Vecinos y vecinas de la localidad alavesa de Laudio han formado la plataforma Kalean, con la que pretenden dar constancia de una forma de represión silenciosa, «invisible», que afecta a decenas de personas que llevan años arrastrando embargos y cuotas imposibles para pagar las multas que les han sido impuestas. Y también para reivindicar el derecho a expresarse libremente en la calle, a ejercer los derechos ciudadanos de reunión y manifestación, a no arriesgarse a perder la vivienda por el simple hecho de sostener una pancarta, pegar unos carteles o apoyar una movilización.

En una situación política convulsa como la actual, en la que las detenciones, ilegalizaciones, torturas y conculcaciones de todo tipos de derechos están a la orden del día, podría parecer que lo que estos vecinos, en torno a unos cuarenta, están padeciendo es una represión de baja intensidad. Pero si se echa la mirada hacia atrás, no queda más remedio que reconocer que 300 euros al mes durante años para pagar una multa es pagar demasiado caro el derecho de participación y organización política y social.

Ley Corcuera, Normativa de Limpieza...

Hace unos doce años, el Gobierno del PSOE presidido por Felipe González aprobó la Ley de Seguridad Ciudadana, popularmente conocida como Ley Corcuera, en «honor» del ministro de Interior encargado de ponerla en práctica. Paralelamente a esa ley, y en el ámbito local, el entonces alcalde de Laudio, Antonio Aiz (PNV) -posteriormente condenado e inhabilitado-, puso en marcha la Normativa de Limpieza Municipal.

Ambas normas se complementaban. La Ley Corcuera «limita radicalmente el derecho de manifestación», denuncian los miembros de Kalean, mientras que la aprobada por Aiz «limita la utilización de la calle como lugar de reivindicación».

Consideran los promotores de esta plataforma que, si bien han fracasado quienes pretendían barrer las reivindicaciones de las calles, supuso muchas dificultades, continuas identificaciones y «provocaciones» por parte de miembros de la Ertzaintza, la aplicación sistemática de expedientes sancionadores... Y si ello acarreó costes importantes para muchos militantes, más grave fueron las consecuencias de la aplicación de la Ley Corcuera: grabaciones, cargas policiales, detenciones semanales y multas millonarias para decenas de vecinos.

Un ensayo de respuesta colectiva

Kalean viene a dar una respuesta colectiva a esa represión que se vive y a la que se hace frente desde el ámbito personal y familiar. Y no es porque no se haya intentado anteriormente reunir esas denuncias. Los promotores de esta nueva plataforma creen que otros ensayos anteriores, como la plataforma Laudio Herria, que funcionó durante algo más de dos años, «tal vez se centraron demasiado» en paliar los angustiosos efectos de la aplicación de la Ley Corcuera y la Ley de Limpieza municipal, intentando, entre otras cosas, crear una especie de caja de resistencia popular.

La cuestión es que, mientras la respuesta colectiva se desactivaba, las multas, las denuncias y los embargos no han parado nunca y «varias familias seguían con las nóminas embargadas, pagando 300-400 euros por multas de hace diez años, y casi para el resto de su `vida laboral'». Por ello ha surgido Kalean, una nueva iniciativa que quiere aprender de los errores anteriores para dar eficacia a su labor de denuncia, solidaridad y reivindicación de los espacios colectivos para la libre expresión de las ideas.

«Hoy, la gente está en la cárcel o procesada por organizarse políticamente, por participar en manifestaciones, por llevar camisetas... pero nos parecía importante no olvidar este tipo de represión que tiene consecuencias dramáticas a nivel personal, como graves a nivel político por la restricción de derechos que conlleva», argumentan desde esta nueva plataforma laudioarra.