El PE insta a mantener las ayudas y a atrasar la liberalización de las viñas
El Parlamento Europeo pidió ayer que la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del vino, que tratarán de acordar la semana que viene los Veintisiete, mantenga las ayudas a la destilación para la producción de alcohol de uso de boca y para la adición de mostos y también permita el añadido de azúcar, tres medidas que la Comisión quería eliminar en el nuevo sistema. Excluye también a las denominaciones de origen de la liberalización del cultivo de vid.
GARA |
El pleno de la Eurocámara aprobó -con 497 votos a favor, 109 en contra y 89 abstenciones- su informe consultivo sobre la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) vitivinícola que negocian los países de la UE y que pretenden acordar en el Consejo de Agricultura que comenzará el próximo lunes.
El dictamen del Parlamento Europeo (PE), redactado por el italiano Giuseppe Castiglione (Partido Popular Europeo), no es vinculante porque el Parlamento no tiene poder de decisión en agricultura, pero además de un trámite necesario tiene cierto valor político.
El texto recoge demandas de estados del norte y del sur de la UE, algunas de las cuales podrían plasmarse en las propuestas finales, según declaraciones de la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, durante el debate del PE.
Por lo que respecta a la ayuda a la destilación, el Parlamento apuesta por «garantizar el aprovisionamiento (...) de las industrias que utilicen tradicionalmente este alcohol (de uso de boca) con el fin de mantener la calidad tradicional necesaria de determinadas bebidas que de él se derivan».
Ayudas al mosto
Exige también que se mantengan las ayudas al mosto de uva concentrado y de uva concentrado rectificado, puesto que estima que «destinar mostos a la concentración supone una contribución favorable al equilibrio de mercado».
En cuanto a la chaptalización o añadido de azúcar al vino, una técnica que emplean los estados del norte y este de Europa, la Eurocámara pide que se siga permitiendo en «zonas vitícolas en las que se admite tradicionalmente su empleo» o como consecuencia de «condiciones climáticas desfavorables».
Matiza, sin embargo, que los límites del aumento del grado alcohólico se reducirán progresivamente tomando como referencia un estudio de impacto que la Comisión Europea realizará en 2012.
Los eurodiputados se oponen a la propuesta de la Comisión Europea para liberalizar los derechos de plantación a partir de 2014, particularmente por lo que respecta a los vinos con denominación de origen e indicaciones geográficas.
En el informe, la Eurocámara reclama continuar con el sistema actual hasta 2013 y en ese momento evaluar el impacto de la reforma y decidir sobre si se suprimen o no tales derechos.
No obstante, la Eurocámara aprobó una enmienda presentada por los eurodiputados británicos para que se supriman ya los derechos de plantación en los países que producen menos de 50.000 hectolitros.
Arranque voluntario
En el transcurso de la sesión celebrada en Estrasburgo, el Parlamento Europeo planteó que los programas de ayuda para propiciar el arranque voluntario de 200.000 hectáreas de viñas se acorten y duren tres años, en lugar de los cinco años propuestos previamente por la Comisión Europea.
Bruselas ya ha mostrado en las últimas semanas su disponibilidad para reducir la duración de los programas de arranque y disminuir el objetivo de hectáreas abandonadas, de forma voluntaria.
Asimismo, los eurodiputados rechazaron indicar los años de cosecha y las variedades de uva en las etiquetas de los vinos de mesa, pues consideran que esa información debe reservarse a los caldos de calidad o con denominación de origen.
El Parlamento Europeo no tiene poder de decisión en agricultura, pero el informe aprobado ayer en pleno es un trámite necesario antes de que la reforma de la Organización Común de Mercado sea aprobada definitivamente por los ministros de Agricultura de la Unión Europea la próxima semana.
El Consejo de Agricultura de la Unión Europea, que comienza el lunes, tratará de acordar la reforma de la Organización Común de Mercado vitivinícola. El dictámen aprobado ayer en la Eurocámara no es vinculante
El informe aprobado por el pleno del PE recoge demandas de estados del norte y del sur de la UE. La comisaria de Agricultura indicó que algunas podrían plasmarse en las propuestas finales
La Comisión Europea (CE) propuso ayer subir un 2%, a partir de abril de 2008, las cuotas de producción de leche asignadas a los estados de la UE, para aumentar la oferta y bajar los precios, a la que vez que «se acostumbra a los ganaderos a la idea de que tales cupos desaparecerán a la larga». La subida propuesta -que deben aprobar los ministros de la UE- situará la producción de los Veintisiete en 145,72 millones de toneladas. «Hemos visto un incremento agudo en los precios de la leche durante el último año y peticiones crecientes para aumentar las cuotas; necesitamos dar los mecanismos necesarios a los ganaderos para responder a ese aumento de la demanda», según manifestó la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, en un comunicado.
Bruselas también hizo público su estudio sobre el análisis del mercado lácteo, en el que apunta que la situación actual de precios es excepcional, por lo que la CE espera que bajen a niveles más razonables cuando desaparezca «la especulación y los productores reaccionen». El informe muestra que la demanda de leche ha crecido entre 2003 y 2007 y es previsible que continúe aumentando de aquí a 2014.