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La autonomía se abre paso como opción viable ante la falta de reconocimiento de ipar euskal herria

La reivindicación de la autonomía, sin ser novedosa, aflora desde hace algún tiempo también en el panorama político de Ipar Euskal Herria y está calando en colectivos y partidos abertzales que la ven como una opción viable para el reconocimiento territorial.

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Arantxa MANTEROLA

El próximo sábado tendrá lugar en Baiona una manifestación a favor de la autonomía para Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa. Un grupo de ciudadanos, entre los cuales se encuentran conocidos miembros de partidos políticos abertzales, sindicatos o movimientos sociales, lanzó el llamamiento a principios de noviembre. Durante este tiempo, decenas de ciudadanos provenientes de diferentes ámbitos de la vida política y social han ido sumándose al llamamiento.

Justo una semana antes de la convocatoria se celebró un foro de debate organizado por el colectivo «Autonomía eraiki». Durante dos jornadas, representantes de partidos o instituciones analizaron y debatieron profundamente sobre la cuestión. El foro ofreció, asimismo, la inusual oportunidad de escuchar a juristas y especialistas desgranar diferentes modelos de autonomía que se aplican en el mundo. Como colofón, los partidos políticos de Ipar Euskal Herria, principalmente los abertzales, fueron invitados a posicionarse sobre la autonomía como instrumento de reconocimiento institucional para los tres territorios.

Con más o menos entusiasmo, todos los representantes convinieron en la pertinencia de tal reivindicación, en algunos casos como paso al objetivo último que situaban en la soberanía. Un paso táctico falto, sin embargo, de concreción, como lo reveló el discurso de la mayoría de los ponentes.

Reivindicación rescatada

La reivindicación de la autonomía para Ipar Euskal Herria no es nueva. La organización Iparretarrak ya la reclamaba en 1983 y diez años más tarde ofreció, incluso, una propuesta redactada que entonces no llegó a calar, si bien alguna fuerza política, concretamente EMA, la llegó a reivindicar en la calle.

Hace casi un año, Batasuna presentaba oficialmente otra propuesta «renovada y adecuada a los tiempos actuales» en Uztaritze. Una propuesta que, -reconocían- es «heredera» de la citada de IK y que hoy consideran como el estatus más adecuado para avanzar hacia el reconocimiento y soberanía plena de una Euskal Herria unificada.

En vísperas del Aberri Eguna pasado, un colectivo formado, entre otros, por ex militantes de IK irrumpía en la escena política con la reivindicación de la autonomía. Es el mismo que organizó el foro en octubre. Ha manifestado «no tener intención de constituirse en movimiento político» pero sí «la firma voluntad de trabajar para que tal petición se extienda en la sociedad».

En los últimos años la exigencia del reconocimiento institucional se ha plasmado, principalmente, en torno a la demanda de creación de un Departamento específico. que comprenda los tres territorios vascos. Diversas iniciativas, manifestaciones, campañas, llamamientos, manifiestos de electos y mociones han reunido a diferentes agentes políticos y sociales, incluso no abertzales, para reclamar al Estado lo que ya, tras la Revolución de 1789, reclamaron sin éxito los hermanos Garat.

Es innegable que la demanda de un Departamento ha conseguido un notable apoyo popular. También ha generado contradicciones internas en partidos de ámbito estatal, como la UDF, el PS y, en menor medida, en la UMP, ya que algunos de sus miembros o electos se han posicionado a su favor aunque no han logrado que sus respectivas organizaciones apoyen la petición.

Ha sido la plataforma Batera la que en los últimos tiempos ha aglutinado la reivindicación departamental (entre otras) y, más recientemente, la petición de organizar una consulta popular sobre la misma. De hecho, lleva dos años recogiendo las 46.000 firmas necesarias legalmente para obligar al Consejo General de los Pirineos Atlánticos a tratar la cuestión. Los partidos abertzales, también con más o menos ímpetu, se han implicado en esta labor. La plataforma se ha marcado como objetivo recolectar las 16.000 firmas que le faltan para las próximas elecciones.

Todas estas iniciativas, sin embargo, no han hecho cambiar la actitud del Estado francés que sigue haciendo oídos sordos tanto a la petición de consulta como a la creación del Departamento, cuya demanda también se ha desgastado un tanto a los ojos de algunos de los que la han impulsado, al dudar de que suponga, realmente, un paso suficiente para el reconocimiento institucional. Entre otras cosas, su exiguo contenido competencial genera recelos, lo que hace acrecentar la sospecha de que pudiera convertirse en un cortafuegos para un marco institucional con poder político real.

En este contexto ha vuelto a resurgir la reivindicación de la autonomía. Un objetivo que obliga a debatir y pronunciarse, cuando menos, a las fuerzas abertzales. Resueltos aparecen Batasuna y EA. La primera consolidando su propuesta formalmente redactada y que, en base al reconocimiento del derecho a decidir, entronca con sus objetivos estratégicos para el conjunto de Euskal Herria.

Eusko Alkartasuna se muestra decidida. Recuerda que ya en 1992 recogía en sus textos la opción de la autonomía y cree que es perfectamente factible trabajar por el logro del Departamento y avanzar, al mismo tiempo. en dicha reivindicación.

Algo menos entusiasta aparece AB que, aunque teóricamente está de acuerdo con la demanda de autonomía, considera que en este momento puede enturbiar la campaña de recogida de firmas para la consulta sobre el Departamento. Tanto es así, que apenas ningún miembro conocido de esta fuerza política se ha involucrado en la manifestación del sábado.

Ambigüedad en el PNB

El PNB, por su lado, navega entre la aceptación y la indefinición. En el capítulo sobre Ipar Euskal Herria de la ponencia recientemente aprobada por la asamblea del partido, los jeltzales -aplaudiendo las bondades «del modelo de progreso y modernidad de la CAPV»-, estiman que «la autonomía es un horizonte institucional aceptable, tanto desde el punto de vista del Estado francés como del de la construcción nacional».

Sin embargo, a la hora de las concreciones, como es el caso ahora, siguen enrocándose en sus explicaciones habituales, como puede constatarse en el último número de la revista Lema editada por el PNB. Argumentan que en una perspectiva a medio plazo la autonomía no se conseguirá, porque, a su juicio, cuenta con escaso apoyo entre la población, y se inclinan más bien a huir de los «grandes discursos» y a trabajar en pro del Departamento.

También hablan de «defender el proyecto de una colectividad territorial con estatus particular inscrita en la Constitución francesa en 2003», cuando precisamente en la citada ponencia afirman desconfiar de «la descentralización a la francesa». Sea como fuere, tampoco se han implicado en la manifestación.

El debate para llegar a una reivindicación unificada entre abertzales sigue, no obstante, abierto. De hecho, con más o menos altibajos lo ha estado siempre y, por lo que se ve, la tozuda cerrazón de París no parece tener éxito en su empeño de hacer retroceder la demanda de reconocimiento territorial ni de los planteamientos para alcanzarlo.

Ahora bien, es evidente que el concepto de autonomía tiene que hacer su camino, también en Ipar Euskal Herria. Un camino en el que, sin duda, contarán mucho los pasos de la manifestación del próximo sábado.

Llegan apoyos y muestras de solidaridad desde Córcega y Taití

Corsica Nazione Indipendente ha enviado un mensaje a los organizadores de la manifestación pro autonomía en el que destacan «la fuerza de resistencia y de proposición del movimiento patriótico vasco» y se solidarizan con la demanda, subrayando que «en Euskal Herria como en Córcega los derechos nacionales terminarán por prevalecer».

También desde Tahití el partido Tavini Huiraatira ha mostrado su apoyo a la iniciativa. Añaden que la autonomía debe «respetar dos condiciones». Por un lado, «el reconocimiento del territorio y la preservación de la identidad, de la lengua y de la cultura y, por otro, el derecho a decidir sobre nuestro futuro». Agradeciéndoles la «oportunidad ofrecida para que en ese lado del mundo sepan que el pueblo Maohí existe» se solidarizan con la manifestación. A.M.

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