Gritos de «referéndum» al proclamarse el Tratado de Lisboa en la Eurocámara
La reclamación de que la ciudadanía europea sea consultada en referéndum rompió la normalidad en el acto de proclamación de la Carta de Derechos Fundamentales, ayer en la sede de Estrasburgo del Parlamento Europeo. La Carta será suscrita hoy.
GARA |
Los dirigentes de la Unión Europea (UE) y los eurodiputados proclamaron ayer, en un ambiente muy agitado, la Carta de Derechos Fundamentales, que será suscrita hoy en Lisboa.
La ceremonia de proclamación de la Carta fue ruidosamente interrumpida por eurodiputados de izquierda y de extrema derecha, que reclamaban que se convocasen referendos para ratificar el tratado.
Estos eurodiputados mostraron camisetas negras y pancartas reclamando un referéndum, mientras abucheaban los discursos del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; del presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering y del primer ministro portugués, José Sócrates, presidente en ejercicio de la UE.
«A pesar de los gritos, éste es un día fundamental en la historia europea, puesto que los derechos fundamentales, a partir de ahora, forman parte irreversible del patrimonio común de la Unión», afirmó Sócrates.
Quienes llevaban a cabo la protesta querían proclamar ante los dirigentes europeos que «no pueden ignorar las opiniones de los ciudadanos europeos sobre el futuro de Europa», según podía leerse en un panfleto distribuido por los miembros del grupo Izquierda Unitaria Europea (GUE, siglas en francés).
La mayoría de los estados -salvo Irlanda, que sopesa organizar un referéndum- han anunciado su intención de ratificar el tratado únicamente por la vía parlamentaria por miedo a que un «no» en estas consultas haga descarrilar el documento escogido para sustituir a la Constitución Europea, rechazada en 2005 en sendos referendos en el Estado francés y los Países Bajos.
Los portavoces de los principales grupos de la Eurocámara, incluido Francis Wurtz (Izquierda Unitaria Europea), condenaron los incidentes registrados ayer.
Graham Watson (Alianza Liberal-Demócrata) denunció que se había vivido «un ambiente de estadio de fútbol», mientras que Martin Schulz (PSE) comparó la protesta con «los métodos que empleaba Adolf Hitler».