Nueva Jersey se convirtió ayer en el primer Estado de EEUU en abolir la pena de muerte desde que ésta fuera restituida en todo el país en 1976, fecha desde la que se ha aplicado a 1.099 personas.

«Éste es un día de progreso para nosotros y para los millones de personas de nuestra nación y del mundo que rechazan la pena de muerte como una respuesta moral», apuntó el gobernador, Jon Corzine, tras firmar ayer el proyecto aprobado ya por el Parlamento.

Con su rúbrica, se pone fin a la vigencia de un castigo que, después de ser abolido en todo el país en 1972, fue restituio tan sólo cuatro años después, aunque desde entonces en Nueva Jersey, al igual que en otros estados, nunca se ha vuelto a aplicar. Oficialmente, estaba vigente en 38 de los 50 estados.