El Ejército turco aseguró ayer haber causado numerosas bajas entre los guerrilleros kurdos del PKK como consecuencia de varios ataques aéreos que llevó a cabo el pasado fin de semana y en la incursión terrestre que se produjo el martes y que fue calificada como «de pequeña escala» por los generales de Ankara.

En un comunicado publicado ayer en su página web, el Ejército turco confirmó que sus efectivos de Infantería cruzaron la frontera para entrar en Kurdistán Sur [norte del Estado iraquí] tras divisar a un grupo de rebeldes que intentaba entrar en Kurdistán Norte [sureste del Estado turco].

«Se asestó un duro golpe contra el grupo a través de las fuerzas de tierra desplegadas en la zona», aseguró el Ejército turco, aunque no pudo precisar la cantidad de guerrilleros kurdos que murieron en la operación pero añadió que «la ofensiva alcanzó muchas instalaciones que albergan al PKK».

Junto a ello, el comunicado de los militares turcos subraya que no ha perjudicado a elementos civiles. «La operación aérea fue planeada con mucha precisión y fue ejecutada con gran cautela. Sólo las instalaciones usadas por la organización terrorista [PKK] fueron incluidas en la lista de los objetivos de la operación, y no se tomó como blanco ningún área residencial civil», señaló.

Desde Kurdistán Sur, los peshmergas del Gobierno autonómico señalaron que defenderán a los civiles si se ven envueltos en la lucha del Ejército turco contra el PKK.

El portavoz de los peshmergas, Jabar Yawar, afirmó que esta fuerza «no forma parte de la disputa militar entre Turquía y el PKK, pero si se produce algún ataque sobre las poblaciones haremos nuestro trabajo defendiendo a nuestros ciudadanos».