Turquía logró ayer subir otro peldaño en la larga escalera de sus negociaciones de adhesión a la Unión Europea (UE), a pesar de la hostilidad de algunos estados, especialmente el francés, que tratan de poner palos en las ruedas en cada etapa de un proceso, que de por sí ya es muy lento.

La UE abrió ayer dos nuevos capítulos de estas negociaciones -los relativos a las redes transeuropeas y a la salud y protección de los consumidores-, lo que eleva a seis -de un total de 35- las áreas temáticas sobre las que se está hablando con Turquía desde la apertura, en octubre de 2005, de las conversaciones, que deberán prolongarse, al menos, durante quince años.

La apertura de los nuevos capítulos «demuestra que el proceso de adhesión con Turquía aún está completamente vivo», declaró el ministro portugués de Exteriores, Luis Amado, cuyo país preside la UE este semestre.

Sin embargo, las palabras de Amado no pueden ocultar la realidad de que la adhesión de Turquía sigue provocando profundas divisiones entre los miembros de la UE: el Estado francés, Chipre y Austria la rechazan; Suecia y Gran Bretaña la apoyan, mientras que el resto se esfuerza en eliminar los obstáculos que, incansable y permanentemente, va colocando el Estado francés.

Desde la elección de Nicolas Sarkozy como presidente de la República francesa, quien rechaza rotundamente que Turquía tenga derecho a ingresar en la UE, París advirtió que bloquearía cinco capítulos que considera fundamentales para la adhesión. Es el caso de la política monetaria y económica, cuya apertura ya impidió en junio.

Junto a ello, París ha exigido, y logrado, la creación de un grupo de reflexión sobre el futuro de Europa, en el que se reclama que se fijen nítidamente las fronteras de la Unión.

Chipre también se opone

El Estado francés también logró, para desolación de Ankara, que la reunión para la apertura de nuevos capítulos de negociación de ayer se denominase «conferencia intergubernamental» en vez de «conferencia de adhesión» como es habitual en estos casos.

«Sabemos que el proceso sufrirá crisis y parones, pero esto no pone en cuestión el proceso en sí», declaró un diplomático europeo, que subrayó que Chipre también había amenazado con bloquear la apertura de los dos nuevos capítulos.

Un sondeo publicado el martes por la Comisión Europea revela que el 49% de los ciudadanos turcos es favorable a la adhesión a la UE, un apoyo que ha descendido respecto al 54% de posición favorable registrado hace un año.