Lee Myung-bak, líder del opositor Gran Partido Nacional (GPN) logró una victoria inapelable en las elecciones presidenciales de Corea del Sur, al recibir el apoyo de casi la mitad de los votantes. Con el 95% de los votos escrutados, la Comisión Electoral otorgó a Lee un 48,4% de todos los sufragios emitidos, un apoyo similar al que logró el actual presidente, Roh Moo-hyun.

El resultado de los comicios superó las previsiones más favorables para Lee, a pesar del caso de corrupción en el que podría estar implicado, y ha supuesto el fin de una década de gobiernos progresistas que han dejado a la población deseosa de una mejora de la economía.

Lee Myung-bak será el primer presidente surcoreano que proviene de las altas empresas y fue un popular alcalde de Seúl.