El silencio sepulcral del PSOE fue una de las notas más destacadas tras producirse la confirmación de la sentencia. Ningún portavoz de este partido hizo declaración alguna, pese a que desde los partidos vascos se le recordara que ha emulado la actuación emprendida por sus antecesores del PP y pese a que la ultraderecha española no ocultó su regocijo.

La lectura más contundente llegó lógicamente desde la izquierda abertzale. Por citar algunos ejemplos, EAE-ANV equiparó esta condena general con la dictada por el franquismo en 1970, en el proceso de Burgos: «Es un nuevo ataque de la España guiada por el PSOE: si no nos doblegamos, recibiremos caña. Ese fue el mensaje de Burgos y ese mismo el que llega ahora desde la Casa de Campo. Quieren a los militantes independentistas en la cárcel. Quieren encarcelar a Euskal Herria», constata.

Askatasuna recuerda que «según diversas fuentes, los representantes del Gobierno español se levantaron de la mesa de negociación prometiendo que `lo pagaréis'». Pero avisa de que «estos castigos son infructuosos para los pueblos que quieren ser libres, y la historia próxima de Euskal Herria nos dará testimonio de ello».

Ezker Abertzalea, por su parte, presentó ayer mismo una iniciativa en el Parlamento de Gasteiz para que exprese su «firme rechazo» al proceso 18/98 por tratarse de «un ataque del Estado español a Euskal Herria» y que se adhiera a las movilizaciones. Acusa al PSOE de «cerrar las puertas a la solución democrática» y criminalizar la independencia.

Movilización unitaria hoy

El PNV, por su parte, indicó tras conocer la sentencia que «la politización y el descrédito de la Justicia parece no tener vuelta atrás». La novedad consiste en que la formación jeltzale mostró su adhesión al acto convocado para hoy en Bilbo por la Plataforma 18/98+, por lo que la iniciativa tendrá un carácter unitario muy infrecuente.

«Este juicio, iniciado durante el mandato de José María Aznar, es un claro ejemplo de procesos judiciales inspirados en motivaciones políticas y que se amparan en leyes, tales como la Ley de Partidos, norma puesta en tela de juicio hasta por los tribunales internacionales», argumentan los jeltzales en un comunicado.

Desde EA, su nuevo presidente, Unai Ziarreta, habló de «aberración jurídica impulsada por motivos políticos»; desde NaBai, su compañero de filas Maiorga Ra- mírez añadió que «el proceso ha sido un despropósito de principio a fin»; y desde Aralar, Jon Abril subrayó que «las señas de identidad de este proceso han sido la colectivización de la acusación y la penalización de las ideas, dos principios totalmente inaceptables en democracia». El sindicato ELA añadió a todo ello que «Zapatero aplica la política represiva y judicial como Aznar».

PP: «Este es el camino»

La ultraderecha española no escatimó muestras de satisfacción. Ignacio Astarloa, secretario de Libertades Públicas del PP, se felicitó por que esta condena «es el camino» y concluyó que así «se llegará al día feliz del fin de ETA».

La expresión «en las entrañas de ETA» aplicada por el tribunal a las organizaciones juzgadas fue recogida por todos estos grupos. Astarloa indicó que «se confirma que se condena a las entrañas de la organización terrorista, a personas que desde la oscuridad lo que hacen es potenciar y multiplicar las capacidades del terror e impulsar a quienes toman la pistola y ponen las bombas».

La AVT habla también de «gran paso» ya que «se trata de miembros de la banda que, sin matar, han contribuido de manera decisiva a la extensión del terror y al ataque a lalibertad de los españoles».

Otro grupúsculo que ejerce la acusación en este tipo de sumarios, Dignidad y Justicia, dijo que la apelación al «corazón y las entrañas» de ETA «abre una lucha sin cuartel para acabar con todas sus estructuras civiles».