Veinte poblaciones catalanas se han hecho eco este fin de semana de la solidaridad con los presos políticos catalanes que se encuentran encarcelados por su vinculación con la lucha independentista vasca. El colectivo que apoya a los presos políticos, Rescat, había llamado por sexta vez a organizar marchas de antorchas solidarias. Los organizadores han mostrado su satisfacción porque cada año se suman más poblaciones.

La marcha más concurrida la acogió Barcelona. Por la tarde del sábado, más de 150 personas personas bajaron por las céntricas Ramblas con las antorchas solidarias. El día antes, en Valencia fueron 30 los que se sumaron a la convocatoria. Las otras poblaciones que organizaron marchas solidarias fueron Alcover, Capellades, Cardedeu, Castelló de la Plana, Girona, Igualada, Lleida, Manresa, Molins de Rei, Reus, Ribes, Sabadell, Sant Cugat, Terrassa, Tarragona, Vic, Vila- nova i la Geltrú y Vilafranca del Penedès.

Júlia Humet, portavoz de Rescat, se mostraba especialmente satisfecha porque cada año crece el número de localidades que organizan su propia movilización. Y celebraba, por ejemplo, que una de la nuevas ciudades donde se ha convocado ha sido Castelló de la Plana, en el País Valencià, donde se congregaron 50 personas.

Los prisioneros catalanes que forman parte del Colectivo de Presos Políticos Vascos son Laura Riera, Zigor Larredonda, Diego Sánchez, Lola López y Marina Bernadó.

El colectivo organizador convoca la marcha con el lema «Por Navidad los queremos en casa», reivindicación que recupera las convocatorias solidarias que se organizaban en los años 80 y 90 en solidaridad con los presos de la organización armada catalana Terra Lliure.

«Una solución global»

En el manifiesto que se ha leído al término de todas la marchas, Rescat reivindica la amnistía para los presos políticos «no como una simple excarcelación, sino como un paso adelante enmarcado en una solución global. Porque la supe- ración de los conflictos que generan presos y presas políticas pasa, obligatoriamente, por la superación de los problemas políticos que originaron el enfrentamiento».

Estas no han sido las únicas muestras de solidaridad con los presos políticos catalanes en este año, pues el pasado 6 de octubre más de 200 personas participaron en una caminata hasta la prisión de Can Brian donde se encuentra encarcelado Diego Sánchez, y el 27 de octubre otras decenas de personas hacían lo mismo hasta Wad-Ras para solidarizarse con Laura Riera.

Los recientes encarcelados por el proceso 18/98 estaban en la mente de los que han participado en las marchas de torchas. La portavoz de Rescat, en declaraciones a GARA, lamentaba que la resolución judicial que se ha conocido esta semana no contribuye a la resolución de conflicto, sino que lo agrava y sólo sirve para profundizar la vía represiva.