Los cinco jóvenes contra quienes pesaba una orden de búsqueda y captura dictada por la Audiencia Nacional para cumplir dos años de prisión fueron detenidos en la noche del sábado, tras encadenarse en Sabin Etxea al término de una manifestación contra la represión, y ayer ingresaron en prisión.

Gaizka Larrinaga e Iñaki Peña fueron conducidos a Basauri, donde sus familiares pudieron visitarles ayer mismo, mientras Couceiro, Marin y Basabe quedaron encerradas en Langraitz.

Estos cinco jóvenes habían sido arrestados junto a otros 25 durante una operación desarrollada en Bizkaia, fundamentalmente en Bilbo, a finales de octubre de 2004, durante la que, tal y como denunciaron posteriormente, sufrieron torturas mientras se mantuvo su incomunicación a manos de la Guardia Civil.

De todos ellos, en junio de 2007 fueron procesadas 19 personas y tras alcanzar un acuerdo entre las partes, la Fiscalía reiteró la acusación contra Garikoitz Urizar, Gorka Ribadulla, Asier Arriola y Sergio Regeiro, y rebajó su solicitud de pena contra los otros quince encausados.

Amaia Urizar, Haritz Totorika, Aitziber Sagarminaga e Iker Arzeluz, encarcelados desde el inicio de la redada, fueron condenados a cinco años de prisión y multas de 27.000 euros, mientras Nagore Bilbao fue penada con dos años y siete meses de cárcel. Inma Basabe y Mikel Lizarribar, por su parte, fueron condenados a dos años.

Dos años de prisión era la pena impuesta también al resto de los detenidos el sábado en Bilbo. Según el acuerdo alcanzado por las partes, exceptuando a los cuatro que permanecen presos, el resto no debía ingresar en prisión al no superar las penas de dos años.

El pasado 13 de diciembre, sin embargo, los abogados se percataron de que el acuerdo se había roto, al solicitar la suspensión de las penas impuestas; contra los nueve jóvenes condenados a penas inferiores a dos años se habían dictado órdenes de búsqueda y captura, y el día 17 la Ertzaintza detuvo a Igor Zearreta y Egoitz Fernández, mientras dos días después fueron arrestados Leire Urrutia y Mikel Lizarribar.

En el barrio de Uribarri se movilizaron 60 personas para denunciar la detención de Gaizka Larrinaga, mientras que en San Inazio, de donde es Iñaki Peña, hubo una concentración en la que participaron 80 vecinos.