Las presas políticas de los GRAPO Victoria Gómez y Gemma Rodríguez, encarceladas en Alcalá-Meco, iniciaron ayer una huelga de hambre en solidaridad con su compañera Fina García, gravemente enferma, y para reclamar su inmediata liberación, según informó Socorro Rojo Internacional (SRI).

Precisamente, SRI destacó que García tuvo que volver a ser ingresada el viernes, por octava vez, en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares tras desmayarse en su celda.

«Inconsciente le encontraron las carceleras, y en tal estado la trasladaron al hospital. Los médicos la recuperaron y tras unas horas de ingreso, de nuevo a la cárcel, a su celda, es decir, a su lugar de ejecución», añadió el colectivo antirrepresivo en una nota.

SRI calificó la situación de Fina García de «exterminio planificado», ya que la presa del PCE(r) ha sufrido ocho hospitalizaciones en los últimos quince meses debido a la enfermedad cardiaca que padece.

Así, el pasado 12 de diciembre también fue hospitalizada tras sufrir dos nuevos problemas en el corazón, pero tras atendida en el centro sanitario fue enviada de vuelta a la cárcel de Alcalá-Meco. La situación se reprodujo al día siguiente, pero al no haber suficientes carceleros para trasladarla al hospital, no fue atendida hasta la mañana siguiente.

Además de los problemas de corazón, García sufre opresiones muy dolorosas de pecho y cervicales y una hernia que no han sido tenidas en cuenta en los informes médicos.

«De una vez por todas, Fina tiene que ser considerada lo que es, una enferma incurable, y debiera ser puesta inmediatamente en libertad por la Audiencia Nazional (sic)», añade Socorro Rojo Internacional.