Los rojillos disfrutarán de unas tranquilas vacaciones navideñas después de solventar con justicia un nuevo duelo ante el Mallorca -el segundo que habrá en menos de un mes- y brindar a su afición un triunfo liguero después de dos meses y medio.

Esta necesaria victoria y el ascenso hasta la decimosegunda posición no debe, sin embargo, ocultar que, si bien se evitó una desagradable situación -de haber perdido, se estaría en puestos de descenso-, la brecha abierta con esas posiciones que nadie quiere ocupar es apenas de dos puntos.

Se le dan bien los últimos partidos del año a Osasuna -también ganó el del 2006 ante el Levante-, quien encarriló muy rápido el triple con el primer gol de Font en competición oficial desde que fue fichado por la escuadra navarra.

Ello colaboró a que los dirigidos por Ziganda optaran por la vía de darle un buen trato al balón. Seguramente ayer la grada vio el partido de más calidad de los suyos -muy diferente a los de control que se vivieron frente a Barcelona y Villarreal-, quienes trenzaron más de una bonita jugada en una medular en la que se dieron cita hombres con mucha clase.

El castellonense, que llevó la manija de su equipo durante los primeros cuarenta y cinco minutos para después bajar su rendimiento en la reanudación, y Plasil fueron los encargados de sobrellevar la pesada tarea de mantener el esférico entre sus botas. El checo jugó su mejor encuentro con la elástica rojilla, dejó constancia de sus condiciones futbolísticas, anotó su tercer gol -el poste impidió que se elevaran a cuatro las dianas en su cómputo personal-, pero sobre todo exhibió rapidez, desborde y se mostró a sus compañeros para echarse a sus espal- das el juego ofensivo.

Osasuna hizo buena ayer, y sobre todo efectiva, la línea ascendente que había ofrecido en las últimas jornadas, ya que a la buena imagen ofrecida se unió ese mayor acierto del que había carecido en esos anteriores enfrentamientos. La llegada desde atrás de los centrocampistas -fueron los goleadores- resultó determinante para noquear por segunda vez a los bermellones en apenas dos semanas. Era una de las demandas de Ziganda desde el inicio de la temporada -la mayor implicación del resto de líneas a la hora de buscar la portería contraria- y ayer sus pupilos aplicaron con eficacia lo ensayado entre semana.

En cualquier caso, buena falta hizo que los hombres de la medular disfrutaran del necesario tino, ya que Dady, el único delantero específico que utilizó el técnico de Larraintzar durante los 97 minutos que duró el choque, no tuvo su día. El caboverdiano sí que en esta ocasión dispuso de hasta tres claras opor- tunidades a diferencia de anteriores envites, pero en una se dejó llevar por la precipitación, en otra no golpeó correctamente y en la tercera, Lux le sacó el balón in extremis.

Al acierto de la que se supone es la línea más importante de un equipo se sumó el buen hacer de la defensa, sobre todo en lo que se refiere a los laterales. Conformada completamente con jugadores de casa, Azpilikueta y Monreal están adquiriendo a pasos agigantados la necesaria experiencia que les hace perfilarse como la apuesta titular de futuro del actual cuerpo técnico.

Victoria no sin sufrimiento

Pese a la suma de todos estos condicionantes favorables, ya se ha convertido en tradición que las victorias locales rojillas estén marcadas por el sufrimiento. No fue una excepción ante el Mallorca, que tuvo la fortuna de reaccionar rápido ante el 2-0 y volver a meterse en el encuentro gracias al gol de Güiza, el único lunar en la zaga navarra. El recién incorporado Hugo Viana puso fin al suplicio de la grada cuando materializó una magnífica colada de Vela, que volvió a constituirse en un revulsivo desde el banquillo.

No todo fue de color de rosa. La nota negativa la volvieron a poner las fuerzas de seguridad quienes, a la salida del campo, volvieron a retener a dos aficionados de Graderío Sur a los que se les solicitió sus identidades y números de móvil para posteriormente informarles de que serían multados, bajo la acusación de haber escupido e insultado a los guardas de seguridad contratados por el club.