Rob Zombie ha caído en el error de pensar que, debido a su relativo prestigio dentro del cine de terror actual, puede ya atreverse con cualquier clásico del género. En lugar de rechazar el traicionero encargo de hacer un innecesario remake de la obra maestra de John Carpenter «La noche de Halloween», aceptó el regalo envenenado, creyendo que podía resituar los antecedentes sociológicos del sicopático personaje. Dicho planteamiento de precuela funciona en parte de la película, para luego limitarse a reproducir finalmente los crímenes del original, utilizando incluso la misma banda sonora que en 1978 compuso el propio Carpenter. Al menos ha elegido un actor adecuado para el papel del doctor Loomis, dado que Malcom McDowell es un digno sustituto del genial e inolvidable actor británico Donald Pleasence.