Las Gazte Asanbladas de Gasteiz comparecieron ayer para tratar el tema de la vivienda, concretamente la precaria situación de los jóvenes para acceder a ella, y el negocio que se deriva de la misma. Recordaron que «la vivienda es un derecho universal, tal y como lo son la educación, la salud o la alimentación» y, por tanto, sentenciaron que «siendo un derecho, estamos en contra de los sorteos de las viviendas, pues los derechos no se pueden sortear». Asimismo, indicaron que «el incumplimiento de tal derecho trae consigo un ataque frontal a nuestra dignidad como personas».

Responsabilidad institucional

Por ello, denunciaron que las distintas instituciones «no garanticen este derecho a la ciudadanía», y que se deje que se convierta en un negocio. «En Euskal Herria hoy en día se está dando una mercantilización de ese derecho, y la problemática de la vivienda se está desarrollando en base a la especulación y el `mangoneo'», explicaron los jóvenes en la comparecencia.

Aunque este problema afecta al conjunto de la sociedad, en Gasteiz señalaron que «el problema se agrava en lo que respecta a determinados colectivos: Los jóvenes sufrimos de manera muy directa el problema de la vivienda».

Prosiguieron denunciando que «la negación de este derecho se ha convertido en un problema de primer orden, y mientras tanto, unos pocos se están enriqueciendo a costa nuestra, y eso no lo podemos tolerar». Presentada la necesidad de responder ante la precaria situación para acceder a la vivienda, convocaron una manifestación de rechazo y denuncia para el próximo 12 de enero, sábado. A la 13.00 una marcha saldrá desde el Artium, según anunciaron ayer indicando que «ya vale. Es tiempo de dar la vuelta a la situación».

«Hambre de dinero sin límite»

Los jóvenes de Gasteiz censuraron también que «las inmobiliarias, los bancos, las cajas, las promotoras y los partidos políticos, mientras todos comen una parte del pastel nos condenan a estar en la calle, todo ello cuando no nos explotan en el trabajo». «Su hambre de dinero no tiene límites, y ya han puesto el precio del metro cuadrado a más de 3.500 euros», agregaron. «De esta manera», según añadieron en la rueda de prensa, «en vez de arreglar el problema lo agravan todavía más; están construyendo miles de viviendas sin tener en cuenta todas las que están vacías en las calles de nuestras ciudades».