Una bomba mata a cinco personas en Diyarbakir y provoca heridas a unas 70
GARA |
Al menos cinco personas murieron y más de 70 resultaron heridas como consecuencia de una explosión registrada ayer en Diyarbakir, la principal ciudad de Kurdistán Norte.
Fuentes hospitalarias indicaron que entre los heridos había civiles y militares. Dos de los fallecidos son estudiantes de un liceo privado que se ubica en las inmediaciones del lugar del atentado.
El gobernador de Diyarbakir, Huseyin Avni Mutlu, señaló que cuatro de los heridos están en una situación muy grave y explicó que los autores del atentado, a quienes no identificó, hicieron estallar a distancia la bomba que colocaron en un coche.
La deflagración se produjo al paso de un vehículo militar por una carretera del centro de la ciudad, a un centenar de metros de una base del Ejército turco, precisó un responsable de la Policía.
La Policía turca indicó a France Presse que «una veintena de personas» tuvo que ser hospitalizada tras la explosión, que destrozó los cristales de los edificios del entorno.
Las televisiones locales mostraron imágenes de los bomberos tratando de extinguir un incendio que destruyó dos coches, además del vehículo militar objeto del atentado.
La Policía colocó en el lugar de los hechos un perímetro de seguridad y alejó a los periodistas, argumentando el riesgo que existía de que se produjera una segunda explosión.
Las autoridades turcas aseguraron que el explosivo utilizado fue del tipo C-4, que habitualmente es empleado por la guerrilla del PKK.
Las cadenas de televisión NTV y CNN-Türk aseguraron que la Policía turca estaba buscando a dos personas que escaparon del lugar poco después de la detonación.
Desde Ankara, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan condenó el atentado. «El terrorismo ha vuelto a mostrar su cara más horrible. Pero este tipo de acciones no influirán en nuestra determinación de combatir el terrorismo tanto en nuestro país como en el exterior», señaló.
Ofensiva en Kurdistán Sur
De este modo, Erdogan habría dado el visto bueno a continuar los bombardeos aéreos y una incursión terrestre que el Ejército turco ha llevado a cabo desde el 16 de diciembre pasado contra bases de la guerrilla del PKK situadas en Kurdistán Sur [Estado iraquí] y especialmente en el macizo de Qandil.
Según la versión oficial del Ejército turco, al menos 150 militantes del PKK habrían muerto y más de 200 posiciones de la guerrilla kurda habrían sido destruidas gracias a estas operaciones.
La Embajada de EEUU en Ankara se sumó a las condenas, destacando que lo sucedido ayer en Diyarbakir es «un ejemplo horrible de la insensatez que provoca el terrorismo», al tiempo que mostró su determinación a «seguir colaborando estrechamente con Turquía «en la lucha contra cualquier forma de terrorismo».
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