Arbe (Iruñea, 1953) expone en la capital navarra la muestra ``Biogeometría'', en la que habla del movimiento de los seres vivos en unos collages en los que el triángulo, los rombos y los ángulos «se encadenan y generan informaciones singulares».

El creador iruindarra utiliza el papel con tintas de impresoras modernas aunque también trabaja con otros materiales como telas, maderas o aluminio.

Ángel Arbe ha trabajado durante los últimos cuatro años con «el papel y las tijeras para cortar, copiar y pegar» toda esa información que «todavía», dice, puede adquirir de las revistas y que plasma a través de las posibilidades que le proporcionan las formas geométricas.

El artista explica que «son recortes, fotografías simples que te llevan a un mundo más complejo como el de la información, o el de las imágenes, pequeñas cadenas que se van uniendo y dan lugar a un valor plástico y también a un tipo de conocimiento». Pero son las formas geométricas como el triángulo, los rombos y «especialmente los ángulos» con los que juega para transmitir «ese movimiento que todo ser vivo lleva dentro y fuera». Para ello utiliza «las líneas como puntos vinculantes».

En esta exposición se pueden ver collages y fotografías de diversos tamaños que «se expanden y se unen a la vez» por las paredes y el suelo de la sala, lo que contribuye, asimismo, a acercar el «movimiento» de las obras al espectador, según indica el artista.

Ángel Arbe llama a algunas de sus obras «`ADN plástico', porque se trata de recortes simples, pequeñas `células' que necesitan, como las moléculas, unirse unas a otras para crear algo más complejo».

En palabras de Arbe, «la exposición habla de movimiento, de cómo nos tenemos que vincular para convivir y seguir creando nuevas generaciones». Arbe, en cuya obra ha estado siempre muy presente Paul Klee, ha querido estudiar la perspectiva de otras maneras. «La perspectiva plástica parece que es siempre un punto de fuga cuando después del cubismo han consistido en cogerlas desde el lado que queramos».

Para los responsables de la sala, los collages «evidencian pequeñas realidades atrapadas en un entorno casi metafísico y en donde los fragmentos, aparentemente inconexos entre sí, guardan un paralelismo vital», y cuyo resultado «es una serie de piezas plásticamente atractivas, sin dejar de lado esa otra intención semántica».

Arbe estudió Bellas Artes en la UPV. Cuenta con obra en diversas colecciones y ha sido seleccionado en varias ocasiones para la Bienal de Artes Plásticas Ciudad de Pamplona y el Premio Navarra de Pintura.