Tras conocerse que las reservas de petróleo en Estados Unidos cayeron en cuatro millones de barriles la pasada semana, el precio de los futuros del crudo West Texas Intermediate, de referencia para EEUU, alcanzó ayer un nuevo máximo histórico al cotizar a 100,09 dólares, ligeramente por encima del techo que llegó a tocar la víspera.

En concreto, la Administración de Información Energética (EIA por sus siglas en inglés) perteneciente al Departamento de Energía de EEUU informó de que las reservas de petróleo habían disminuido durante la última semana hasta los 289,6 millones de unidades. Asimismo, los inventarios de gasolina ascendieron en 1,9 millones de barriles, hasta los 207,8 millones, mientras que las reservas de productos destilados subieron en 600.000 barriles, para situarse en 127,2 millones.

Este séptimo descenso semanal consecutivo reforzó los temores de que la oferta energética no sea capaz de atender la demanda de los próximos meses. En ese sentido, la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, descartó que se vaya a liberar parte de los fondos estratégicos de crudo, que se reservan para «casos de emergencia».

«Este presidente no usará las reservas estratégicas para manipular los precios, a no ser que haya una emergencia. Ahora entendemos que los precios están muy altos y existe una demanda también muy alta», añadió Perino.

Bush sólo ha ordenado una vez la retirada de parte esos recursos. En 2005 el Departamento de Energía sacó al mercado 11 millones de barriles después de que el huracán Katrina interrumpiera la producción y el refino en gran parte de las instalaciones del Golfo de México.

Al temor sobre las reservas se suma la previsión de que la Reserva Federal volverá a reducir en breve los tipos de interés, para tratar de evitar un estancamiento de la economía. Esa medida -sumada a las constantes inyecciones de liquidez- podría incrementar la inflación, lo que perjudica a la divisa estadounidense y anima a los inversores a comprar, y encarecer, materias primas como el petróleo.

El precio del barril de Brent de calidad Mar del Norte, de referencia en Europa, que marcó por la mañana un nuevo máximo histórico al cotizar en 98,50 dólares, relajó ligeramente su escalada alcista para situarse en el nivel de 97,60 dólares.

De forma paralela al nuevo repunte en los precios del crudo, la cotización del oro estableció un nuevo récord en Nueva York al marcar un precio máximo de 869,80 dólares por onza.

Entre otros factores coyunturales que también han ayudado al avance del oro negro destacan las tensiones geopolíticas de Irak y Pakistán, especialmente después del atentado mortal contra la líder opositora Benazir Bhutto, así como el recrudecimiento de las tensiones en Nigeria, el mayor productor de África, y el aumento de la especulación.

Consumo desenfrenado

El analista de Natixis Moncef Kaabi explica que los mercados a largo plazo, como el del petróleo, «traducen la inquietud, la incertidumbre de los inversores». Atribuye también la escalada de estos primeros días del año a un período de importante demanda debido al invierno, precisando que se reanuda la volatilidad.

En paralelo, el mundo registra desde hace cinco años un muy fuerte crecimiento, generando un consumo petrolífero desenfrenado. China es el segundo consumidor mundial de energía, detrás de Estados Unidos, pero la Agencia internacional de la Energía (AIE) considera que le duplicará en 2010. Este salto de la demanda implicó una tensión sobre las existencias, incentivando los temores recurrentes de escasez, sobre todo teniendo en cuenta que la capacidad de refinado mundial es insuficiente.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que proporciona un 40% del petróleo mundial, adoptó una política más agresiva, abandonando su gama de precios, y defendiendo límites máximos de precios cada vez más elevados por reducciones de producción.

El cartel rechaza ser la impulsora de la volatilidad de precios, que atribuye a los problemas de las refinerías, a tensiones geopolíticas y a la especulación. En efecto, el mercado a largo plazo petrolífero se ha vuelto muy rentable mientras que los rendimientos bursátiles e inmobiliarios vuelven a caer. El oro negro también se convirtió en un valor refugio para los inversores que quieren cubrirse contra la caída del dólar, que contribuye también al encarecimiento de precios, ya que incita a los productores a reclamar más para la misma cantidad de petróleo, con el fin de mantener su poder adquisitivo.