Nasrallah reaparece después de más de un año para lanzar una advertencia a Israel
El líder del Hizbullah, Hassan Nasrallah, reapareció ayer en público con motivo de la festividad de la Ashura y ante miles de sus seguidores advirtió de que responderá a los ataques israelíes en la frontera libanesa.
GARA |
En un encendido discurso ante cientos de miles de sus seguidores, el jeque Hassan Nasrallah, líder de la organización chií Hizbullah, aseguró que si Israel sigue atacando a civiles libaneses en la frontera entre ambos países «responderá» a esas ofensivas «uno de estos días».
Nasrallah celebró junto a los chiíes en Beirut la festividad de la Ashura. Hombres, mujeres y niños vestidos de negro se reunieron en los suburbios de la capital libanesa, bastión de Hizbullah, mientras grupos de fieles se golpeaban rítmicamente el pecho y coreaban consignas.
Los seguidores de Hizbullah, que portaban banderas rojas, amarillas y negras con el lema «no seremos humillados», marcharon en procesión colapsando las calles de los barrios. Nasrallah caminó varios metros junto a ellos, en medio de impresionantes medidas de seguridad, antes de subir a un todoterreno y desaparecer, en la que es su primera aparición pública desde hace más de un año.
El líder chií se dirigió posteriormente a la multitud -un millón de personas según la televisión de Hizbullah al-Manar- a través de una pantalla gigante. Calificó las incursiones casi diarias de la aviación israelí para presionar a los residentes de la frontera de «ataques contra civiles», que suponen una «humillación para una nación y un pueblo», por lo que lanzó una advertencia a Tel Aviv.
Nasrallah expresó sus dudas sobre la capacidad actual de las cúpulas política y militar hebreas para emprender una segunda ronda de enfrentamientos a gran escala en Líbano, como lo hizo en verano de 2006, y advirtió de que, si se diera el caso, sus milicias responderían «con una guerra que cambiaría el destino de la región entera».
La guerra que les enfrentó en 2006 durante 34 días costó la vida a al menos 1.200 libaneses, la mayoría de ellas civiles, y 157 israelíes, soldados en su mayor parte. El líder chií se refirió a los restos mortales de los militares hebreos muertos en territorio libanés. Según Nasrallah, las mili- cias libanesas tienen en su poder brazos, manos y cabezas de algunos de ellos, que guardan como trofeos de combate.
«Oh, sionistas, cómo os miente vuestro Ejército, que ha abandonado los restos de sus soldados en nuestros pueblos y en nuestros campos», declaró. «Nuestros muyaidines han luchado contra estos sionistas, matándolos y recolectando sus miembros», afirmó.
La aparición de Nasrallah se produjo mientras Líbano se hunde en una grave crisis política al verse incapaz de nombrar un nuevo presidente. Criticó a los países árabes que tratar de mediar entre el Gobierno y la oposición para tratar de sacar al país de la crisis.
«Me sorprende oír a los líderes árabes hablar de mayorías, minorías y democracia en Líbano (...) cuando sus regímenes no conocen ni mayorías ni minorías ni democracia», señaló antes de reiterar su apoyo a la iniciativa árabe a la espera de lograr los resultados previstos.
Amenazado de muerte por el Estado sionista, Nasrallah evita participar en celebraciones religiosas o reuniones políticas, pronunciando sus discursos a través de la televisión, desde un lugar secreto.
El Ejército israelí calificó las declaraciones de Nasrallah de «cínicas» y «viciosas». Fuentes militares afirmaron que «Nasrallah ataca sin miramientos incluso el código más básico de la decencia humana».