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Raimundo Fitero

Las pinzas

Tú sí que vales» es un programa que emite Tele 5 pero que yo creo haber visto en otro canal con otro nombre y otros animadores, incluso en otro siglo, pero con el mismo personal auditado. Se trata de un invento contable, haces un programa de entretenimiento muy barato y esperas a las audiencias y si suena la flauta por casualidad estupendo, y si fracasa, pues tampoco es muy grave. Nos asegura la publicidad del otro canal que este formato, cuando se hizo en Inglaterra ayudó a descubrir a un gran cantante de ópera. Me alegro. Aquí, en la edición que tuve la desgracia de visionar por causa de un prurito profesional impagable, el gran descubrimiento fue un señor que se colocó cincuenta pinzas de tender la ropa en sus partes. O sea, entre sus testículos y su pene. Así, como lo leen. Un señor, por cierto, conocidísimo por los que miramos la televisión desde hace décadas, ya que se coloca cincuenta pinzas en su cara en menos de dos minutos, un acto que él llama récord, pero que le hemos visto realizar en numerosos programas de entretenimiento, y me jugaría un paquete de deuvedés a que ya salía cuando Iñigo era una estrella de la televisión.

Debo confesar que la entrega presenciada, en compañía de mi abogado, naturalmente, me sugirió unas cuantas coplillas, me trasladó a momentos de mi juventud en los garitos con billares, y de vuelta me encontré con tres personas que intentaban juzgar, dar paso a los concursantes para la siguiente fase que se convertían en las estrellas del programa. De hecho, se trata de un programa de supuesto humor en el que los humoristas, a falta de otros recursos, se ríen de los participantes en ese supuesto salto a la fama del mundo de variedades. Decía que me acordaba del día en que me examiné junto a otras tres personas, ante un jurado similar, en un teatro con pocas luces, para obtener el carnet de artista que otorga el sindicato vertical. Cantamos «Tres hojitas madre tiene el arbolé». No nos grabó nadie, ni nadie se rió de nosotros. Lo de ahora es crueldad. Y lo que le hicieron al hombre de las pinzas un auténtico abuso. Xavier Sardá acabará presentando el tomate.

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