ciclocross Mundial
Lars Boom, el más veloz en Treviso
El holandés venció en un circuito rapidísimo y terminó con la hegemonía belga. Stybar se hizo con la plata y Nys con el bronce
Unai IRARAGORRI | BILBO
Lars Boom no defraudó y derrotó a la selección belga en el Mundial de Treviso. En una carrera atípica de ciclocross, el oro no se decidió hasta la última vuelta, en la que Boom superó a Zdenek Stybar y a Sven Nys. Con sólo 22 años, el holandés se doctoró en el barro tras haberse vestido el arco iris sub 23 y junior. Javier Ruiz de Larrinaga cumplió en su debut, 36º, mientras que Unai Yus se fue hasta la 55ª plaza.
El Lago Bandie coronó ayer a un nuevo campeón. Su calidad es incuestionable y va a dar mucho de qué hablar en los próximos años, y no sólo en el ciclocross. Por ahora lleva ya cuatro maillots arco iris, tres en el último año. Es un diamante en bruto que ha empezado a explotar. Hace justo un año, se proclamó campeón sub 23 en Bélgica, tras batir al ídolo local Albert. Hace cuatro meses, ganó otro oro, en el Campeonato del mundo contrarreloj sub 23 superando al favorito Ignatiev. Y ayer no defraudó a los que le habían aupado como favorito número uno tras ganar las dos últimas Copas del mundo disputadas.
«Podía haber ganado cualquiera», confesó Boom nada más cruzar la meta. Y es que hasta los 25 primeros entraron en un pañuelo de un minuto. No hubo barro, y Boom supo aprovechar sus cualidades de rodador. Más pareció un criterium urbano que una carrera de ciclocross. Los circuitos son cada vez más rápidos, las pruebas son más igualadas y resultan espectaculares en su resolución pero, sin duda, pierden su esencia, el barro como protagonista en favor de circuitos rapidísimos como el de ayer.
Sobre esa pista seca y bajo el sol, nada se resolvió hasta la campana. Boom se mostró incisivo desde el inicio, igual que el italiano Fontana, crecido en casa, y que fue la sorpresa. Un grupo de 25 unidades rodaba en cabeza a falta de tres vueltas. Cualquier cosa podía pasar, parecía una lotería.
La estrategia del Rabobank
El panorama se empezó a aclarar a falta de dos giros. La armada belga -Nys, Vervecken, Vanthourenhout y Vantornout-, más Boom, Gadret, Simunek, Stybar y Fontana se quedaban en cabeza. El título era cosa de nueve; una caída dejó fuera de juego a Mourey y Wellens decepcionó.
Entonces, pasó algo que es habitual en los Mundiales, primaron los equipos por encima de los maillots estatales. En el último giro -de un total de nueve-, Boom tensó una vez más en una rampa. Nys se desentendió porque ambos son compañeros en el Rabobank y la responsabilidad fue para Vervecken.
Boom se lanzó a por el oro y lo consiguió. Enfundado en su maillot naranja, alzó los brazos y recuperó la gloria para Holanda, ocho años después de que Groenendaal venciera por última vez a los belgas. El tulipán terminaba así con una tiranía de siete temporadas. En la lucha por la plata, Stybar superaba a Nys, que una vez más no se coronaba, aunque sumaba su tercer bronce mundialista y salvaba el honor de su selección. Mientras que Vervecken, cuarto, perdía su cetro tras ganar los dos Mundiales anteriores.
Boom y Stybar, ambos de 22 años, establecieron un nuevo orden mundial. El primero fue campeón sub 23 el año pasado y el segundo lo fue en 2006 -por delante precisamente de Boom- y 2005, mientras que en la categoría junior el holandés venció en 2003 y el checo ganó dos bronces. Y Simunek, quinto, y Fontana, sexto, de 24 y 23 años, respectivamente, ratifican que llegan nuevos aires para el ciclocross y que toca una renovación. El dominio de los belgas queda en entredicho.
Entre los vascos no hubo sorpresa. Ruiz de Larrinaga fue 36º a 2.34 y Yus, 55º a 5.57, de un total de 59 corredores que acabaron. El de Zuia nunca entró en carrera y no tuvo buenas sensaciones, mientras que una caída y un pinchazo frustraron las ilusiones del gasteiztarra, que estuvo a punto de abandonar.
En féminas, la alemana Kupfernagel tampoco falló y se colgó su cuarto oro, por delante de la holandesa Vos, campeona en 2006, y de la francesa Salvetat, que defendía el título del año pasado.
El no haber competido a nivel internacional, salvo en Igorre, Asteasu e Ispaster, fue un hándicap para las aspiraciones de Ruiz de Larrinaga, 36º, y Yus, 55º. Los dos alaveses en ningún momento gozaron y terminaron muy lejos.