Importante empate ante el Barça
Cuando la garra es más fuerte que la impotencia
Los rojiblancos fueron capaces de rescatar un punto que parecía totalmente perdido merced a un gran arranque de casta en el tramo final del choque. Los cambios dieron ayer otro aire al equipo de Caparrós.
ATHLETIC 1
BARCELONA 1
Beñat ZARRABEITIA | BILBO
Vestir la camiseta del Athletic debe de ser un plus para cualquier jugador. Y es que lucir el escudo de un club que no es el más que títulos tiene, ni el que más dinero embolsa o ni siquiera aspira anualmente a pelear por Europa, pero que tiene la enorme plusvalía de representar futbolísticamente todo un sentimiento, ha de ser suficiente como para hacer de la garra y el carácter su principal arma.
Unas virtudes con las que nadie debería superar al Athletic. Pero, lamentablemente, esto era algo que se había perdido en los últimos tiempos. Hasta ayer, que volvió a relucir y rescató un punto en un choque que parecía condenado a la victoria culé ante la impotencia rojiblanca.
Sin embargo, los rojiblancos supieron invertirlo a base de poner todo lo posible sobre el campo. Así, Llorente, con la colaboración de Thuram, consiguió un tanto que hizo recuperar la ilusión a San Mamés y asustar al Barcelona. En definitiva, con las características de toda la vida. Esas que han convertido a los rojiblancos en una referencia y que serán imprescindibles para superar el jueves al Racing.
Salió intenso el Athletic, qué menos ante un rival de la entidad del Barcelona. Los rojiblancos buscaron equiparse a los catalanes y al poco de empezar encontraron la portería de Valdés con un buen lanzamiento lejano de Orbaiz.
El arranque transitó por una senda de tensión contenida y centrocampismo que limitó las ocasiones de peligro de unos y otros. El balón era del Barcelona la mayor parte del tiempo, pero el Athletic no renunciaba a la contra. Pero, a los vizcainos les faltó el último pase.
A la media hora el peligro, que no había revoloteado de verdad ninguna de las áreas, hizo acto de presencia. Primero, en la zona de castigo culé. Y es que Aduriz gozó de una gran ocasión para adelantar a los vascos, pero Silvynho cerró bien y el balón salió alto. Una pena, ya que habría puesto el partido muy franco para el Athletic.
El fútbol es un deporte de contrastes y ayer se volvió a confirmar la máxima de que quien perdona, lo paga. Así fue, una vez más, ya que acto seguido el Barça se encontró el gol.
Los blaugrana se aprovecharon de un rechace de Aranzubia, cazaron la pelota en la frontal y mientras los rojiblancos reculaban, Deco conectó con Bojan y este cruzó el balón al fondo de la red. Las cosas volvían a torcerse por enésima vez. Curiosa la decisión de Caparrós tras el tanto, mandar a calentar a Aitor Ramos, delantero del filial, y a Garmendia, un jugador al que él casi deja sin ficha. Apuesta que reafirmó tras la reanudación al dar entrada a ambos.
La luz al final del túnel
El inicio del segundo tiempo estuvo marcado por dos ocasiones de Henry y Deco, que pudieron sentenciar. La réplica fue de Javi Martínez. Un disparo que pareció un oásis en medio de la impotencia rojiblanca, ya que el equipo daba la sensación de estar totalmente atascado.
En busca de soluciones, Caparrós dio entrada a Llorente y retrasó a Garmendia al pivote. El juego del Athletic ganó en verticalidad, lo que unido a la garra puesta por los vascos, propició el empate. Un tanto que devolvió el rugido a San Mamés e hizo recular al Barça. Finalmente, el segundo no llegó, pero el regusto con el que se fue la gente de San Mamés fue dulce. El jueves, con las ganas exhibidas en los últimos 20 minutos de ayer, la remontada es posible.
El nuevo técnico de la vinotinto, César Farias, intentará lograr la documentación necesaria para que el jugador de Iurreta-aunque nacido en aquel país- pueda defender la elástica venezolana. Un caso que podría repetirse con Xulio Álvarez, jugador del Numancia.
El choque que enfrentará a Zaragoza y Athletic se disputará el próximo domingo, día 3 de febrero, a partir de las 17.00. Un duelo que medirá a dos de los equipos que peor han rentabilizado hasta el momento la importante inversión realizada durante el pasado verano.
La satisfacción era general entre todos los componentes del equipo rojiblanco que pasaron ayer por la sala de prensa de San Mamés. La mayoría eran conscientes del valor sicológico, tanto para los futbolistas como para la afición, del punto cosechado ayer y así lo hicieron saber.
El técnico rojiblanco, Joaquín Caparrós, alabó la actitud de los suyos y destacó que «en el segundo tiempo hemos sido un equipo con alma y así es como tenemos que jugar, con esa alma, apretando y lo más lejos posible de nuestro área». Por ello, subrayó que «ha sido una pena que no hayamos podido ganar». No obstante, el de Utrera también reconoció que «el gol de ellos, que yo creo que es falta a Dani Aranzubia en su salida, ha hecho que estuviéramos dudosos».
Una de las claves del empate de ayer fue la mayor mordiente ofensiva que otorgaron los cambios realizados por el preparador andaluz. En su opinión, «el trabajo de desgaste y desequilibrio de Garmendia, que ha sido muy efectivo, y de Aitor Ramos ha sido muy importante».
Precisamente los dos jugadores citados por Caparrós también fueron protagonistas ante los medios. El basauritarra indicó que la reacción fue debida a que «estábamos en San Mamés, delante de nuestra afición y con la sensación de tener una deuda pendiente con ella». Visto el resultado del choque, Garmendia destacó que «hay que dar por bueno el punto» y pidió que San Mamés «sea insoportable» para el Racing el próximo jueves.
Por su parte, Aitor Ramos aseguró «haber cumplido el sueño que tenía desde pequeño». El de Bermeo, además, aseguró que «al final se ha visto que el Athletic puede ganar a cualquiera».
B.Z.