Viva el cine. Luis Eduardo Aute nunca podría haber variado su letra a favor de esta otra tan de actualidad: «Más tele, por favor, que toda la vida es tele, que toda la vida es tele y los sueños tele son». Efectivamente, Luis Eduardo nunca lo hubiera suscrito ni planteado así. La vida, sin embargo, es cine. Y los sueños cine son. Sino que me lo digan a mi.

Pocos son los canales que se toman en serio al cine en la pantalla catódica. Y uno de ellos, sin lugar a dudas, es Euskal Telebista. Félix Linares en la nuestra y Cayetana Guillén Cuervo en la suya son los rostros referenciales del cine dentro de la caja contable en pulgadas. Dos actitudes muy diferentes ante el séptimo arte. Mientras Linares y su equipo desmenuzan las películas con una suerte en cascada de datos, detalles, frivolidades, cotilleos, verdades, mentiras, gazapos y concursos, Cayetana -quién heredara de su anterior pareja, José Luis Garci, su actual status en TVE- se toma muy en serio esta especie de alter rol vicario-mecenazgo entre el cine y la televisión. Y no lo hace nada mal, a pesar de acompañarle cierta fama de relista que probablemente incluía también la herencia antes mencionada.

La semana pasada se repartieron los premios Goya para el cine (¡felicidades Jaime Rosales, director de «La soledad»!) y los Max de artes escénicas. TVE retrasmitió ambas galas de entrega con la buena fortuna de haberlas postproducido previamente para evitar el riguroso directo, tan peligroso en según que ocasiones. El actor Alfredo Landa, a quién se otorgó un Goya por su larga y fructífera carrera cinematográfica, comenzó a balbucear sin sentido y se mantuvo en el escenario por diez interminables minutos, impensables para la televisión. Por suerte para él se cortaron y redujeron, lo que hizo su intervención muchisímo menos inteligible. Podría estar artículos y artículos diseccionando los Goya, pero no me atrevo a levantar espadas ante los dogmas del cine y la televisión; aunque, eso sí, siempre me he preguntado: ¿quién fue primero? ¿la clara o la yema? Por cierto ¿se aclaran ustedes la garganta con clara? Claro que no.