nombrado editor asociado de la revista «marine biology»
«Nos hemos hecho muy sibaritas y sólo queremos merluza y anchoa»
Acaba de ser nombrado editor asociado de la prestigiosa revista científica internacional «Marine Biology». Doctor en Oceanografía, ha participado en más de 19 programas estatales e internacionales, 36 campañas oceanográficas y es autor o coautor de 48 artículos en revistas internacionales, entre ellos, uno que logró la portada de «Nature» en junio de 2004.
Joseba VIVANCO | PASAIA
Xabier Iriogien (Hondarribia, 1967) ha ascendido un peldaño más en el reconocimiento a su labor oceanográfica en el Instituto Azti, en el puerto de Pasaia.
Dígame, ¿en qué lugar del litoral vasco se sentaría a pasar horas mirando el mar?
En el Faro de Higuer, un lugar único donde se ven acantilados y playas, mar y civilización, bueno, aunque cada vez que visito a mis colegas del centro de Txatxarramendi, en Urdaibai, también paso bastante envidia.
Y si le invitara a comer, ¿qué pescado pediría?
Kokotxas de merluza, o unas almejas con kokotxas con besugo. ¿Los percebes, la langosta o el pulpo cuentan como pescado?
Comer más pescado en lugar de carne, recomiendan los nutricionistas. ¿Pero será posible volver a comer pescado barato?
Yo creo que en Euskadi tenemos mucha tendencia a confundir gastronomía y nutrición. Hay pescado muy sano y tan barato que se usa para hacer harina de pescado y dar de comer a los pollos baratos o al salmón que nos comemos por salud. Ahí esta la anchoveta del Perú, de la que se pescan millones y millones de toneladas que no se come nadie, aunque por nutrición podrían alimentar a mucha gente. Sin ir tan lejos, también tenemos los txitxarros y sardinas que pescan nuestras flotas, que son bien sanos y baratos. Mi abuelo decía que un txitxarro bien hecho está tan bueno como el besugo. Yo no comparto del todo su opinión, pero está bueno, y si no están las sardinas. Lo que pasa es que nos hemos hecho bastante sibaritas y sólo queremos merluza y anchoa. Y como ejemplo, mi respuesta a la pregunta anterior.
¿Qué le supone su nombramiento como editor de la prestigiosa revista científica internacional «Marine Biology»?
La verdad es que sólo me han nombrado editor asociado, no editor. Y estoy bastante sorprendido de que salga en los periódicos. Es un reconocimiento al trabajo que hago, pero no creo que una cosa excepcional.
¿Pero nada como ser portada de «Nature»?
Eso es otra cosa. Para un científico, que le acepten un trabajo científico en revistas como ``Nature'' es como para un futbolista jugar un Mundial. Un reconocimiento de que haces un trabajo que está en la primera línea de calidad e interés.
¿Qué aportó aquel artículo?
En realidad, tengo dos artículos en ``Nature'', uno sobre la presunta toxicidad de las diatomeas y otro sobre las relaciones entre abundancia y biodiversidad.
¿Diatomeas?
Sí. Las diatomeas son un tipo de alga unicelular muy común en las zonas más productivas del mar. Una serie de trabajos en laboratorio sugerían que esas algas eran sistemáticamente tóxicas para el zooplancton, que son los herbívoros, el eslabón entre las plantas y los peces en el mar. Si esas algas eran realmente tóxicas nos teníamos que replantear toda la cadena alimentaria en las zonas más productivas. Nuestro trabajo demostró que no era el caso, que las diatomeas como grupo no son nocivas para el zooplancton y que el planteamiento diatomeas-zooplancton-peces como cadena alimen- taría en las zonas muy productivas era correcto.
¿Y el segundo trabajo?
Trataba sobre la relación entre la cantidad de plancton y la diversidad de especies que lo componen. Encontramos que la biodiversidad más alta se daba con cantidades de plancton intermedias, mientras que cuando la cantidad de plancton es muy alta o muy baja el número de especies es menor. Esto nos permite saber cuál es la biodiversidad, el número de especies de plancton, qué debemos esperar encontrar en un ecosistema marino a partir de la cantidad total.
En las últimas fechas hemos vuelto a estar pendientes de la anchoa y de las decisiones de la UE. Acláremelo, ¿qué está pasando con esta especie tan emblemática para nosotros?
La población de la anchoa en el Golfo de Vizcaya ha caído a niveles mínimos debido a una serie continuada de malos reclutamientos. El reclutamiento es el número de jóvenes que llegan a adultos. Las causas de estos malos reclutamientos no las conocemos, aunque sabemos que tienen un importante componente climatológico. En este caso no me refiero a cambio climático sino a las diferencias entre años. Como para las cosechas de vino, hay años en los que las condiciones favorecen a la anchoa y otros que no. Sabemos que se da, aunque todavía estamos investigando para entender los mecanismos. El problema es que una vez que la biomasa de la población baja por debajo de unos niveles, que conocemos como biomasa límite, la dinámica de la población es desconocida. Esto quiere decir que por debajo de una cantidad no basta con dejar de pescar para que la población se recupere, la especie tiene que volver a hacerse su hueco en el ecosistema. Y tampoco sabemos cuánto tiempo o qué condiciones necesita para recuperarse.
Así las cosas, desde su conocimiento, ¿cómo ve el futuro del sector arrantzale?
El sector arrantzale se enfrenta en estos momentos a una situación muy, muy difícil. Por una parte, como decíamos antes, los gustos del mercado han evolucionado hacia unas pocas especies, lo que hace que los arrantzales dependan de la situación del stock de esas pocas especies mientras que no compensa económicamente pescar otras que antes era populares, como la sardina. Este problema se ha exacerbado con la subida de los precios de carburante, que hace que con los precios actuales del pescado haya pocas cosas que salga rentable pescar. No hay formula mágica para esta situación y en mi opinión la solución pasa por diversas medidas.
¿Como cuáles?
Obviamente hay que encontrar maneras para reducir costos, pero también hay que buscar maneras de diferenciar el producto fresco y de calidad con marcas propias, control de calidad, etc. Por ejemplo, cuando uno va al Eroski, lo primero que se ve en los tomates es si son ``natura'' o del país, y luego, en letra pequeña, el precio. En la etiqueta del pescado, por contra, el precio está en grande y si es congelado en pequeño. En un país tan sibarita al comer creo que hace falta un esfuerzo por diferenciar el producto para que llegue a precios razonables. También hay que diferenciar en la etiqueta los peces provenientes de stocks explotados de manera sostenible y aquellos que no lo son. No es de recibo tanta preocupación por la esquilmación del mar pero que a la hora de comprar nadie se preocupede dónde viene ese pez. Y aún así es probable que los arrantzales tengan que buscar más maneras de diversificar sus actividades.
¿La sobrepesca tiene solución?
Es difícil, lo mismo que la emisión de gases de efecto invernadero. Los intereses económicos y la actividad de los trabajadores de la industria pesquera es tan respetable como los de las industrias que emiten CO2.
Una alternativa es la acuicultura. ¿Es atractiva la costa vasca?
Las administraciones han hecho esfuerzos por implementar ese sector, a pesar de que las condiciones no son las ideales. Pero que no sean las ideales no quiere decir que el agua no sea buena, sino que el que quiera poner una piscifactoría aquí tiene que competir con las de zonas más calidas donde los peces crecen más rápido o con piscifactorías en sitios con fiordos como Noruega o Chile, donde las instalaciones están protegidas de la mala mar y son mucho más fáciles y baratas de instalar.
Usted ha analizado la influencia que en el mar tiene lo que llamamos cambio climático. Pero los cambios climáticos se han dado desde siempre.
Por supuesto, todo el mundo ha oído hablar de las glaciaciones y ha visto los dibujos de los dinosaurios en un mundo tropical. Cualquiera que haya recogido fósiles en Alava sabe que el mar ha estado más arriba y el cantil de la plataforma continental demuestra que ha estado más abajo. Hay cambios climáticos debidos a variadas razones, pero el problema que se plantea ahora no es que cambie el clima, sino a la velocidad a la que se está dando.
¿Qué están sucediendo en el Golfo de Bizkaia? ¿Se notan esos efectos?
En nuestra zona tenemos constancia de cambios en la composición del plancton, pero sobre otras comunidades, como los peces, falta información porque sólo tenemos registros de abundancia de las especies explotadas y para saber si una comunidad está cambiando hace falta un registro de todas las especies. Además, hay que decir que las especies no explotadas son mejores marcadores de cambios en el ecosistema, porque la explotación incluye un factor adicional a la hora de interpretar las variaciones en abundancia. Sin embargo, ya hay algunos estudios de peces que indican un incremento de especies subtropicales.
Por cierto, ¿qué sabemos de la evolución de la temperatura en nuestras costas?
Hay un par de estudios que indican un incremento de alrededor de un grado desde los años 1970 al presente. Curiosamente, la evolución de la temperatura es más difícil de medir de lo que puede parecer. No basta con que alguien haya medido la temperatura en un mismo sitio durante muchos años, también es importante que las condiciones alrededor de ese sitio no hayan cambiado demasiado.
Sea sincero, ¿hay demasiado catastrofismo climático?
Depende a qué le llamemos alarmismo. Yo creo que desde la comunidad científica no se está dando un mensaje alarmista. Quizás estar muy preocupados por si el mar cubre algunas playas cuando hemos cubierto de cemento muchas pueda ser alarmista, pero pensar que un cambio climático rápido no va a tener consecuencias peca de optimista.