El presidente francés, Nicolas Sarkozy, subrayó ayer que con el tratado europeo de Lisboa, que ha finalizado el trámite parlamentario para la ratificación por su país, «Francia ha recuperado su influencia» en la UE, que a su juicio, debe actuar en el mundo «como una gran potencia».

«Frente a las grandes potencias que emergen en el mundo y frente a los grandes peligros que amenazan la paz, la estabilidad o incluso la vida del planeta, Europa debe actuar como una gran potencia», señaló Sarkozy en una declaración solemne retransmitida por la radio y la televisión francesa.

En vísperas de que la ratificación por el Estado francés del Tratado de Lisboa se formalice con su publicación el próximo jueves en el Diario Oficial, el jefe de Estado subrayó que «con este éxito, Francia está de vuelta en Europa; ha recuperado su influencia, su capacidad para hacer valer sus puntos de vista y el papel motor que había tenido en el pasado».

Propuestas a sus socios

Sarkozy recordó que fue «Francia la que tomó la iniciativa de proponer el tratado simplificado para sacar a Europa de la crisis institucional en la que estaba», tras el rechazo en referéndum del proyecto de Constitución Europea en el propio Estado francés y en Holanda.

Ante las críticas por no haber sometido el nuevo texto a referéndum, aseguró que «para convencer a todos nuestros socios europeos de adoptar este tratado simplificado teníamos que comprometernos a aprobarlo por vía parlamentaria», y remarcó que «sin esta condición, no hubiera sido posible ningún acuerdo».

Avanzó que durante la presidencia francesa de la UE en el segundo semestre de este año, propondrá al resto de los socios «trabajar en una estrategia de desarrollo sostenible, en una política común de inmigración, en una defensa europea y en una refundación de la política agraria».