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Hubo pañuelos, pero no lágrimas

Necesitados tras dos inmerecidas derrotas consecutivas, los rojillos se hicieron con un perentorio triunfo ante un rival directo a estas alturas de la temporada y en medio de la protesta generalizada de una afición que está harta de las injustas actuaciones arbitrales

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OSASUNA 1

ZARAGOZA 0

Natxo MATXIN | IRUÑEA

El Sadar vivió su quinta victoria liguera, un triunfo que estuvo marcado por la masiva protesta de los aficionados hacia las actuaciones arbitrales en forma de pañolada y las ganas que le pusieron los rojillos para conseguir un triple en el que hubo más corazón que juego.

Tras dos derrotas, más amargas por la forma que por el fondo, Osasuna volvió a saborear el regusto de subir puntos a su casillero. Estaba obligado a ello si quería refrendar la línea emprendida en las últimas jornadas, aunque, a fuerza de ser sinceros, la escuadra navarra no dio la sensación de desplegar el nivel de anteriores encuentros.

Fue fruto de la necesidad -el fútbol de hoy día es más cuestión de mentalidad que de físico- el que los de Ziganda sacaran este comprometido choque adelante. Eso y que Ricardo estuviera atinado en las dos claras ocasiones de que gozó el Zaragoza en la primera media hora.

Imponerse a los maños no va a servir para dar un paso de gigante en la clasificación -otros rivales directos también ganaron-, pero ese mismo dato le da un valor doble a la victoria. De haber perdido, los rojillos hubieran caído a puestos de descenso, siendo superados por Recreativo y Depor.

La victoria debe tener, además, un segundo efecto y no por ello menos importante. Aumentar la confianza respecto al camino que se ha emprendido por parte de una plantilla que, no nos debemos olvidar, ha sido renovada la mitad de ella y, por añadidura, con jóvenes valores noveles en la categoría.

De esa valoración positiva y por la importancia de lo que estaba en juego, no debe extrañar que el choque discurriera bajo los efectos de una bipolaridad calculada en función del resultado. Osasuna trató de llevar la iniciativa cuando éste no le resultaba acorde a sus pretensiones, mientras el Zaragoza esperaba agazapado y confiado en la velocidad de sus dos mortíferos puntas. La misma situación, pero a la inversa cuando Plasil anotó el que sería a la postre tanto decisivo.

El testigo del dominio que los locales protagonizaron durante los primeros cuarenta y cinco minutos pasó a manos de los maños, al tiempo que quienes iban por delante en el electrónico cedieron metros con la idea de nadar y guardar la ropa, sabedores de la trascendencia del botín cobrado.

Cada uno con sus armas, en función del talonario. Los más escasos de poder adquisitivo con el recurso de acelerar el juego en balones directos y los más pudientes sobando el esférico a la espera de que el latigazo de alguna de sus estrellas besara las mallas del contrario.

David, más mortífero

David volvió a ser más mortífero que Goliath. De su verticalidad en forma de envíos largos llegó la «pedrada» que derrumbó a un gigante maño, llamado a empresas más elevadas que las de luchar por la permanencia, pero al que todavía no parece haberle llegado la onda de que únicamente con nombres no se ganan partidos, pese a que su brillante dupla delantera lleva un porrón de goles.

Con un magnífico control dentro del área y también cierta dosis de fortuna -todo hay que decirlo- al golpear en Ayala, el internacional checo rojillo hizo buena la prolongación desde la defensa de Josetxo, amortizando el sinfín de jugadas similares que hasta los momentos previos a retirarse a vestuarios habían ejecutado los de Ziganda.

Pese a que Plasil y Vela acabaron muy cansados, al técnico de Larraintzar le salió bien la opción de seguir apostando por estos hombres, que habían jugado envites con sus selecciones entre semana. Aunque quien realmente resultó decisivo fue Ricardo al salir airoso de sus dos mano a mano con Oliveira y Diego Milito.

A fin de cuentas, hablaríamos de otro partido bien diferente si alguna de esas ocasiones hubiera finalizado en gol. Pero eso ya es historia y la mejor forma de sacarle pronta rentabilidad al triunfo sobre los de Irureta será encadenar otro en el campo del Levante.

«Llevábamos menos resultados de los que nos merecíamos»

El técnico rojillo, José Angel Ziganda, explicó en su comparecencia ante los medios que, con la victoria sobre el Zaragoza, se había hecho justicia a los merecimientos que venía acumulando el equipo en las últimas jornadas. En este sentido, señaló que «necesitábamos la victoria para reafirmarnos en nuestra buena línea porque hemos cosechado menos buenos resultados de los que el equipo se merecía».

Así, el preparador osasunista vio a los suyos como un bloque «que le ha puesto mucha intensidad al partido, en el que también hemos podido disfrutar de buenos momentos de juego». Todo ello sin olvidarse de que los maños tuvieron «dos ocasiones clarísimas» en la primera mitad, donde «nosotros dominamos».

El panorama varió sensiblemente tras el paso por vestuarios, ya que a partir de ahí «nos hicieron jugar en nuestro campo», mientras que los rojillos «disfrutaron de unas cuantas oportunidades a la contra» para ampliar la ventaja.

Ziganda interpretó la pañolada del público como una muestra más de que «sabe que necesitamos su ayuda, aquí debemos estar metidos todos, ir de la mano juntos y navegar en la misma direccíon».

Por su parte, Jabo Irureta, reciente entrenador zaragocista, calificó el choque de «igualado, con un ir y venir permanente», en cuyo análisis coincidió en bastantes puntos con el Cuco, aunque no por ello dejó de advertir a los suyos sobre la falta de colocación en el gol encajado.

«La suerte del partido ha estado en la primera media hora, en la que no hemos sabido acertar en nuestras dos ocasiones. Ya en la segunda parte, hemos llevado el dominio, pero ello ha sido sin profundidad. Osasuna ha sabido cortarnos el ritmo», explicó el irundarra. N.M.

 
El juvenil rojillo no consigue pasar del empate

El juvenil de División de Honor no pasó del empate ante el Pamplona (0-0), por lo que se descuelga de la cabeza. Los rojillos están ahora a siete puntos del líder, la Real, contra quienes se medirán en un derbi que se celebrará este próximo sábado a las 16.00 en Zubieta.

Los navarros casi triplican en remates a su rival

Osasuna casi triplicó al Zaragoza en remates, ya que los rojillos sumaron 15 frente a los seis de los maños. Sin embargo, sólo una tercera parte consiguieron los navarros dirigirlos a la portería contraria, mientras que otros siete pasaron lejos de los dominios de César.

Delporte volvió a jugar después de más de un mes

Ludovic Delporte volvió a disfrutar de minutos después de jugar su último partido en la vuelta copera ante el Mallorca, hace ya más de un mes. Su vuelta a los terrenos de juego no pudo ser mejor, ya que dio varias asistencias de peligro y estrelló un balón en el poste.

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