El grupo Sistemas Forjados de Precisión (SFP) ha planteado el despido de 64 trabajadores de sus plantas de Zornotza, Lazkao y Legazpia, año y medio después de que justificara la necesidad de reagrupar la empresa y vender una planta vizcaina con fines inmobiliarios para garantizar el futuro de la empresa.

El expediente de extinción de empleo se está llevando adelante bajo la decisión de la empresa de que «si no se admite, se puede ir al cierre de la planta». Junto al plan de despidos no existe un plan industrial de futuro. Sin embargo, algunos trabajadores con los que ha contactado GARA indicaron que los actuales responsables de la empresa, encabezados por el letrado Tomás García Villanueva, entre una serie de sociedades intermedias como Gaba 21, accedieron a la misma, tras el fracaso como sociedad anónima laboral, «para pegar el pelotazo, similar a lo que ocurrió en Fundaciones Bolueta, en Bilbo», según precisó el trabajador Otilio Villarejo, de la planta Forjing de Zornotza.

Este diario ha comprobado que el expediente de extinción de empleo se encuentra en fase de consulta y la dirección de la empresa quiere llevarlo adelante con un coste añadido del 25% para los trabajadores que se queden en el grupo.

Según las fuentes consultadas por este diario, de los 64 despidos que se producirán, 37 de ellos tienen edades superiores a 50 años y cuentan con antigüedades superiores a los 33 años.

En este sentido, esos trabajadores reclaman a las centrales sindicales que tienen representación en el comité CCOO, ELA, LAB y UGT que no firmen los planes de destrucción de empleo de la empresa, que -al contrario de lo que se les pidió- publicó la lista de los trabajadores «que iremos a la calle para generar división». El trabajador Otilio Villarejo, que ganó a la empresa varias demandas porque quisieron despedirle por no aceptar la venta de 4.000 acciones a esos nuevos propietarios, asegura que «se nos quiere echar a la calle, pero está claro que estos gestores sólo buscan la especulación inmobiliaria. Lo han hecho ya antes».

Reconoce que el Gobierno de Lakua pagó por los terrenos de la antigua Forjas Amorebieta «dos millones a Gaba 21 y éstos vendieron a Umpro, una promotora de viviendas, por cinco millones». Para él, después de este expediente llegará otro, «más tarde o temprano».

Los resultados económicos que ha presentado la empresa indican que se encuentra con pérdidas, aunque los trabajadores no lo aceptan, porque se están haciendo inversiones.