El grupo juntero de EAE-ANV presentó a las Juntas Generales de Araba una moción mostrando el rechazo al proyecto de construcción de una macro-cárcel en Langraiz y reclamando una nueva política penitenciaria para Euskal Herria, alejada del modelo de macro-cárceles. EA presentó una enmienda, en la que en realidad complementaba la propuesta ekintzale, al proponer medidas para arbitrar una nueva política carcelaria desde la asunción de las competencias en esta materia por parte de Gasteiz.

EB mostró su acuerdo con lo propuesto por EAE-ANV, mientras que PNV votó a favor de la propuesta de EA. Aralar acabó apoyando ambas propuestas, mientras que PP, que no participó en el debate, y PSE, que se limitó a defender en el turno de explicación de voto el modelo penitenciario del Gobierno de Rodríguez Zapatero, rechazaron ambas propuestas. El bloque que ayer volvieron a configurar ambas formaciones políticas dio al traste con toda expresión de rechazo al proyecto de nueva prisión en Araba.

Entre quienes sí participaron en el debate hubo sintonía en cuanto a la necesidad de cambiar la política penitenciaria. Así lo puso de manifiesto la portavoz independentista Alaitz Etxebarria, quien emplazó a los grupos a posicionarse y actuar contra el proyecto y por una política carcelaria «cuya prioridad sea el respeto a los derechos de las personas presas y su resocialización». EA subrayó la necesidad de infraestructuras adaptadas a distintas necesidades, mientras que María Jesús Aguirre (PNV) concretó su propuesta para Araba en la creación de un centro ordinario de 350 plazas, un Centro de Inserción Social para cumplimiento de tercer grado y un servicio para mujeres, con anexo para madres.

En ese sentido, EB centró las bases de una nueva política penitenciaria en construir pequeños centros y potenciar alternativas a la cárcel.