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La baja participación y la violencia marcan los comicios en Pakistán

A falta de datos oficiales, observadores y analistas coincidían en resaltar la baja participación en las elecciones en Pakistán, que la situaban en un 35%. A ello se le une el clima de violencia que vive el país. Ayer, cerca de veinte personas, entre ellas un candidato del partido opositor de la Liga Musulmana de Pakistán-N, fallecieron en varios incidentes. El PPP denunció la muerte de quince de sus militantes.

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La baja participación y el clima de violencia marcaron los comicios legislativos y provinciales de ayer en Pakistán. 81 millones de votantes, de una población de 160 millones, estaban llamados a las urnas para elegir a los 272 representantes de la Asamblea Nacional por un periodo de cinco años. Otros 60 escaños están reservados a las mujeres y 10 a las minorías religiosas. En todo el país, se abrieron 60.000 colegios electorales

Responsables de la Comisión Electoral indicaron que los primeros datos relativos a cuatro asambleas provinciales y al Parlamento se darían a conocer ayer por la noche. Los definitivos no se conocerán hasta mañana, por lo menos.

A falta de conocerse el resultado oficial, diferentes fuentes así como analistas coincidían en subrayar la baja participación, que la situaron en un escaso 35%. Sawar Bari, responsable de FAFEN, señaló que, según los primeros cálculos, sólo el 35% de los electores registrados se animó a votar. FAFEN, que engloba a una treintena de organizaciones de la sociedad civil paquistaní, desplegó 20.000 observadores en todo Pakistán.

Ayas Baig, de la Comisión Electoral del Punjab, la provincia más populosa de Pakistán, estimó que la participación rondaría entre el 30 y el 40%, algo más baja que en las elecciones de 2002. En Baluchistán, según el funcionario Sono Khan, la participación era del 35%.

El clima de violencia que sacude el país ha marcado, sin duda, tanto la precampaña como el día electoral, retrasado por la muerte en atentado de Benazir Bhutto, líder del Partido Popular de Pakistán, principal partido de la oposición. Ayer mismo, al menos, 19 personas murieron en varios incidentes.

En Lahore, cinco personas, entre ellas, un candidato de la Liga Musulmana de Pakistán-N, del ex primer ministro Nawaz Sharif, y sus cuatro escoltas fallecieron como consecuencia de una emboscada poco antes de la apertura de las urnas. Según la Policía, varios desconocidos abrieron fuego contra el vehículo de Asif Ashraf.

En un colegio electoral de Jairpur, en la región de Sindh, 25 colaboradores de candidatos del PPP resultaron heridos.

Precisamente, el dirigente de este partido y viudo de Bhutto, Asif Zardari denunció la muerte de quince de sus militantes. En un comunicado, condenó enérgicamente estos episodios violentos y exigió que se castigue a los responsables. Según la cadena de televisión Dawn, hoy se entrevistará con observadores estadounidenses. Pese a estas denuncias, el ministro del Interior, Hamid Nawaz, citado por la agencia estatal APP, se mostró satisfecho porque la jornada transcurrió «en paz, sin incidentes serios como atentados». Más de 470.000 policías y soldados fueron desplegados por todo el país ante posibles atentados como el del fin de semana.

Analistas políticos hacían cálculos sobre las posibles alianzas post electorales. Para Farahana Ali, la baja participación podría beneficiar al presidente Pervez Musharraf, aunque una alianza del PPP y la PML-N podría resultarle desastrosa. No obstante, subrayó que ante el carácter «oportunista» de los políticos es difícil predecir qué harán.

MUSHARRAF

Los comicios de ayer son fundamentales para el futuro del presidente Pervez Musharraf, ya que la nueva Asamblea Nacional podría destituirle. Éste abogó por las «políticas de reconciliación».

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