La pasada semana señalaba que el crecimiento de los futbolistas más jóvenes de la plantilla estaba siendo la nota más positiva del curso. Una situación que se volvió a confirmar el domingo en Madrid, con los goles de Susaeta y Llorente, además del colosal partido de Martínez. Los dos últimos han sido protagonistas recientes en estas páginas y son exponentes de un cambio de ciclo que se está dando en el Athletic.

Durante el pasado reciente, el equipo vizcaino ha vivido de la aportación de jugadores muy importantes como Etxeberria, Urzaiz, Orbaiz, Yeste o el ahora incompresiblemente defenestrado Tiko. Sin embargo, los dos años de zozobra han ido precipitando un vuelco en la estructura de la plantilla, que en unos casos ha llegado desde las categorías inferiores y, en otros, vía talonario.

Ahora, los Ustaritz, Amorebieta, Martínez, Garmendia, Susaeta y Llorente están llamados a acompañar a Iraizoz, Iraola, Koi, Gurpegi o Aduriz en el engranaje de un conjunto que deje atrás los problemas. Para ello, obviamente habrá que seguir teniendo paciencia con los jóvenes que lleguen arriba y, aunque suena algo contradictorio, seguir buscando nuevas incorporaciones-Joseba Llorente, Iñigo Vélez o López Garai-que doten de mayor competitividad a la plantilla.