Contrariamente a como lo vio la mayoría, el entrenador de Osasuna, José Angel Ziganda, no observó «exceso de confianza o conformismo» entre sus jugadores a la hora de afrontar el choque contra el Levante y, sobre todo, una vez que se llevaba cierta ventaja en el marcador con el 0-1 conseguido de falta por Monreal.

«No fuimos fuertes porque ahí nos ganaron la batalla, no porque no lo intentáramos. Y tampoco fuimos conformistas, porque en ese caso nos hubiéramos echado atrás después de conseguir el gol. Precisamente fue al contrario, ya que no supimos cómo atajar su forma de atacarnos, con mucha gente acumulada arriba, nos faltó pausa y no fuimos listos», intentó aclarar el técnico rojillo.

Errores que no quiso ocultar el de Larraintzar: «Hicimos bastantes cosas mal, atrás no estuvimos tan fuertes como otras veces, su pareja de delanteros nos hizo mucho daño, y, por otro lado, no fuimos capaces de hacer más goles, pese a que dispusimos de más ocasiones que en anteriores partidos. Si fallamos en nuestra portería y no acertamos en la otra, se acaba perdiendo», explicó.

Una verdad de perogrullo, unido a las dudas que, a su juicio, tuvieron sus hombres para contrarrestar las acometidas levantinistas. «No sabíamos qué hacer, si meternos atrás o no hacerlo. Nos quedamos en tierra de nadie y no supimos jugar juntos ni tener la solidez de Sevilla y Barcelona», añadió.

«Está claro que lo habíamos estudiado y el guión no varió mucho con respecto a lo previsto, pero no lo supimos hacer bien del todo. Nos faltó jugar más juntos y pararnos a pensar en medio campo. Cada vez que había un balón largo nos creaban muchas dudas», añadió.

Ziganda reconoció que en la mañana de ayer se habló respecto a la forma de corregir estas deficiencias, sobre las que habrá que trabajar a lo largo de la semana, «porque las cosas malas hay que decirlas, pero eso no puede suponer que nos desanimemos ni venirnos abajo. Hay que volver a entrenar como tiros, con la cabeza muy alta y con muchas ganas de que llegue el domingo», especificó.

En cualquier caso, no pudo ocultar que a la plantilla se le está haciendo duro «ver que no somos capaces de salir de ahí ni de encadenar dos victorias consecutivas», en especial por la comparación que se hace con las dos históricas campañas anteriores, lo que impide que «se lleve esta situación con una mayor normalidad».

Otra nueva final

Lo fue ante el Athletic y Zaragoza, y lo volverá a ser frente al Atlético de Madrid. Al encuentro de este próximo domingo ya se le ha colocado el calificativo de final. «Hemos fallado una ocasión perfecta para coger aire y afontar este inmediato compromiso de otra manera, por lo que, además de no sumar más puntos, estamos obligados a encarar el choque como otra final», describió.

Y no parece que esta situación vaya a variar mucho en lo que resta de campeonato, según predijo Ziganda, para quien hay que mentalizarse de que el último tercio liguero «va a ser así, vamos a tener que pelear mucho para poder ir hacia arriba».

Ello obliga necesariamente a «refrendar la línea casera, como ante Athletic y Zaragoza», para lo que el preparador navarro todavía no se ha planteado si habrá cambios frente a los colchoneros.

«Dependerá de cómo se entrene esta semana y cómo estén de cabeza algunos», apuntó, si bien dejó caer que «me gusta dar continuidad a la gente porque no podemos cambiar cada vez que hay un error».