La etapa de Josu Uribe como entrenador del Deportivo Alavés concluyó ayer a eso de las seis de la tarde, después de que Fernando Ortiz de Zarate le comunicara la decisión de rescindir su contrato, para lo que el club contó con el beneplácito de los administradores concursales. En total, han sido más de siete meses en los que el técnico asturiano ha tratado de recuperar la ilusión de la grada de Mendizorrotza con una plantilla muy mediatizada por la maltrecha situación económica heredada, pero su crédito personal se ha agotado tras un balance de siete victorias, siete empates y once derrotas que tienen al equipo con un margen de un punto sobre los puestos de descenso.

De momento, Julio Bañuelos -segundo de Uribe y que ya comenzó la temporada pasada como primer entrenador del equipo dentro de la era Piterman- se hará con el mando de manera interina hasta que el club cierre la contratación de un nuevo técnico, algo que esperan lograr antes del domingo, cuando el equipo recibe al Granada 74.

Aunque emplazó a los medios a una comparecencia pública que dará este mediodía para despedirse de la afición, Josu Uribe se mostró muy afectado a la salida de las oficinas de Mendizorrotza y se limitó a decir que «estaba muy ilusionado» en este proyecto y se quejó de que «la cuerda siempre se rompe por el mismo lado».

«Un momento triste»

Pocos minutos después de rescindir el contrato con Josu Uribe, el abogado y portavoz del club, Quique Pérez, compareció ante los medios para dar la explicación oficial de la destitución. «Es un momento triste para el club porque ha hecho un gran trabajo, lo que pasa es que la situación deportiva ha obligado al Consejo de Administración a tomar esta decisión».

Fue el propio portavoz albiazul el que dio a conocer que Julio Bañuelos, que ya llevó las riendas del entrenamiento de recuperación de ayer en Ibaia, será el que tome el poder interinamente hasta cerrar la incorporación de un nuevo técnico. «Se están ya barajando algunos nombres. Hemos esperado a comunicárselo al entrenador y ya estamos trabajando para encontrar un relevo. El presidente le ha agradecido en primera persona su dedicación, el club sólo le puede dedicar buenas palabras a Josu, tal y como tomó el equipo a principios de temporada y la situación que hemos tenido, que no ha sido la idónea», declaró el abogado.

Preguntado por el perfil que buscan, Quique Pérez explicó que, «hay que afinar mucho, porque hay que conocer la plantilla, hay que conocer la categoría y luego está el tema del dinero, que estamos en una situación muy complicada y no puede venir alguien de mucho renombre».

Como suele suceder en estos casos, nada más conocerse el cese de Josu Uribe comenzaron los rumores sobre su posible relevo y todos apuntaron a viejos conocidos de la parroquia albiazul. Juan Carlos Oliva fue uno de los candidatos al banquillo de Mendizorrotza, pero el aragonés no recalará en Gasteiz porque no tiene previsto romper ese «pacto tácito» que prohíbe a los entrenadores dirigir a dos equipos distintos en una misma temporada.

Tras el interés de Paco Aiestaran por ficharlo para la Real, Oliva rescindió el contrato que tenía con el Villarreal B y ya no podría recalar en otro club. En el caso de la Real, la fórmula que se hubiera utilizado hubiera sido la de la cesión del equipo castellonense al guipuzcoano.

Por su condición de amigo íntimo y asesor deportivo del presidente, otro nombre que sonó como posible sustituto de Josu Uribe fue el de José Manuel Esnal Mané. El alto caché del técnico de Balmaseda, que ha seguido algunos partidos desde el palco de Mendizorrotza y que tiene su residencia habitual en la capital de Araba, sería el principal escollo para su contratación por el Alavés.

«En deuda con él»

Como capitán del equipo, Edu Alonso compareció ante la prensa para dar a conocer el sentir de un vestuario al que la noticia le pilló de imprevisto. «El vestuario está tocado porque han sido ocho meses de trabajo y al final tienes un afecto personal. Toda la plantilla se siente en deuda con él porque sabemos que somos los máximos responsables de que las cosas no hayan salido», explicó. «De la misma manera, él nos ha transmitido su confianza en que saldremos de esta situación e intentaremos hacerlo cuanto antes y dedicárselo» agregó.

Preguntado por si el cambio servirá de revulsivo, el de Bilbo dijo que espera que así sea, prometió una buena acogida al nuevo y reconoció ser conscientes de que el Alavés se juega mucho más que otros clubes.