Asier VELEZ DE MENDIZABAL

El presidente del Gobierno español, Jose Luis Rodríguez Zapatero, no tuvo ayer la oportunidad en su visita a la capital navarra de escuchar el clamor de los independentistas contra la «imposición» del Estado. Y no lo pudo oír, o quizas sí, pero muy de lejos, porque la Policía española no dejó acercarse hasta las inmediaciones del frontón Labrit a las cerca de 200 personas que se manifestaron en las calles de Alde Zaharra para mostrar su rechazo a la visita del presidente del Ejecutivo del PSOE, así como al «estado de excepción» que consideran se está aplicando en Euskal Herria.

La marcha partió hacia las siete de la tarde desde la Estatua de los Fueros del Paseo Sarasate bajo el lema «Euskal Herriaren eskubideen alde. Independentzia aurrera», a la que asistieron los concejales de EAE-ANV en el Ayuntamiento de Iruñea, Mariné Pueyo y Mikel Gastesi.

El dispositivo policial desplegado ayer en el centro y Alde Zaharra de Iruñea para cubrir la llegada del presidente español resultaba espectacular; desde primera hora de la tarde, decenas de agentes de la Policía Foral y de la Policía española permanecieron apostados en los alrededores del frontón Labrit, y conforme fue avanzando la tarde la presencia policial cada vez se fue haciendo más intensa y notoria. Especialmente significativa fue la presencia de decenas de agentes de la Policía Foral que a lo largo de la tarde custodiaron el edificio de Diputación protegidos con todo tipo de material represivo.

«Stop» en la calle Estafeta

A lo largo de todo el recorrido, las cerca de 200 personas que se dieron cita no pararon de corear consignas a favor de la independencia y de EAE-ANV, así como en contra del presidente español y su Ejecutivo. Los manifestantes recorrieron la plaza del Castillo y posteriormente cruzaron la calle Estafeta con la intención de llegar hasta los aledaños del Labrit para que Zapatero tuviese la oportunidad de escuchar sus protestas y reivindicaciones. Pero los agentes policiales no estaban dispuestos a permitirlo, de ninguna forma.

Un cordón formado por cerca de 40 policías pertrechados con porras, pistolas, peloteros y escudos se colocó al final de la calle Estafeta, frente al edificio de Telefónica, cortando el paso a los manifestantes. La marcha no tuvo otra opción que detenerse allí, sin poder avanzar.

Llegado a este punto, el edil del Consistorio iruindarra Mikel Gastesi leyó un comunicado en el que denunció la «imposición» que a su juicio el presidente del Gobierno español trae consigo a Euskal Herria. «Zapatero trae la imposición, redadas, cárceles, ilegalizaciones, encarcelamientos de la Mesa Nacional de Batasuna y de los procesados en el 18/98, prohibiciones de actos y la conculcación sistemática de derechos y libertades», apuntó.

En ese sentido, criticó que «el último paso» en la represión llevado a cabo por el PSOE ha sido el proceso de ilegalización contra EAE-ANV y EHAK, algo que, a su entender, no es más que «un eslavón más» dentro de «la larga cadena de la represión, de la negación de la democracia y del estado de excepción» que padecen los ciudada- nos vascos.

La Constitución y «el engaño»

Asimismo, el concejal del Consistorio de Iruñea denunció que Zapatero trae a Nafarroa «la jaula de la Constitución y el engaño de la reforma estatutaria con la colaboración del PNV y Nafarroa Bai». «Ahí se situa el objetivo de la represión, en hacer que el independentismo desaparezca, ya que somos un obstáculo para este engaño», recalcó Gastesi, al tiempo que recordó que ante esas agresiones miles de vascos dicen «stop a la represión, al estado de excepción y a las agresiones de los derechos de Euskal Herria».

Al hilo de lo anterior, quiso subrayar que «frente a la represión y a la negación hay un camino que posibilita un futuro democrático para nuestro pueblo: el marco democrático que dé la palabra y la decisión a la ciudadanía». En ese escenario, según agregó, «todos los proyectos políticos, incluyendo el inpedendentista, podrán ser desarrollados».

El concejal navarro puso punto final a su alocución dejando claro al presidente español que «frente al sufrimiento y a la imposición que usted trae, los independentistas ofrecemos esperanza y lucha para conseguir un futuro democrático para Euskal Herria».

Tras dar lectura al comunicado, los manifestantes se fueron dispersando por las calles de Alde Zaharra, sin que se produjeran incidentes de ningún tipo. No obstante, los agentes de la Policía española continuaron cortando el paso a los viandantes en dirección al frontón.