LAB denunció ayer que entre la Administración y la patronal existe una «alianza» en la defensa de un modelo económico neoliberal, durante la presentación de su balance de la coyuntura económica de 2007 en Hego Euskal Herria.

La secretaria de Empleo y Salud Laboral de LAB, Garbiñe Aranburu, precisó que una de las consecuencias es que «han relegado las necesidades de las personas a un segundo plano y lo único que importa es la productividad».

La central aportó datos correspondientes a 2007, que ofrecen una «foto preocupante» de la coyuntura socio-laboral. Señaló, por ejemplo, que el 90,7% de los nuevos contratos firmados fueron temporales, con lo que «se agravó más la ya preocupante situación de temporalidad».

El análisis de LAB se detuvo asimismo en la situación de las mujeres, para denunciar que ocupan un papel «subsidiario» en el ámbito laboral, donde la ganancia media salarial de los hombres es un 34,7% superior en la CAV y un 41% en Nafarroa. Este sector de la población ocupa, según criticó, las categorías inferiores y «peor» pagadas en los sectores más precarios.

El secretario técnico económico del sindicato, Rafael Izquierdo, añadió que en «círculos empresariales» se insinúa «cínica- mente» que las mujeres son las propias culpables de la situación de discriminación salarial que sufren, como consecuencia de «sus opciones formativas y sus preferencias laborales».

Izquierdo apuntó que existen una serie de factores que motivan la mencionada discriminación de las mujeres que la patronal «no puede camuflar», como los modelos de «contratación precaria». Así, destacó que las personas con un contrato temporal cobran, por término medio, un 43% menos que las personas con contrato indefinido y que el 33,2% de las trabajadoras asalariadas tienen un contrato de este tipo, mientras que en los hombres la tasa de temporalidad es menor.

La jornada es otra de las variables, sobre la que precisó que el 84% de las personas contratadas a tiempo parcial son mujeres. Responsabilizó a la patronal de esta situación y aludió a la «escasa» corresponsabilidad de los hombres a asumir las tareas domésticas y obligaciones familiares. Precisó que las mujeres realizan aproximadamente un 75% del trabajo doméstico, y el resto lo llevan a cabo los hombres.