El Premio Nadal pone de relieve el interés de los escritores por la historia
Francisco Casavella y Eva Díaz han presentado en Bilbo la novela ganadora del Premio Nadal y la obra finalista, respectivamente. «Lo que sé de los vampiros» y «El Club de la Memoria» comparten un interés por el pasado que, según el catalán, es «un buen síntoma cultural».
Izaskun LABEAGA | BILBO
Ambientada en el siglo XVIII, ``Lo que sé de los vampiros'' arranca con la expulsión de los jesuitas del territorio español en 1767, por orden del rey Carlos III. Su protagonista, Martín de Viloalle, un joven perteneciente a la aristocracia, decide acompañarlos por Roma, los estados alemanes, Dinamarca, y la París revolucionaria. De esta forma, se convertirá en miembro de una sociedad marginal, filosófica, artística y estafadora decidida a ir de corte en corte para entretener el gusto, el sexo, el intelecto y el aburrimiento de las clases pudientes.
Con esta obra tragicómica, Fernando Casavella (Barcelona, 1963) abandona el escenario habitual de sus relatos, su ciudad natal, para realizar un viaje por otras tierras y otra época, lo que le ha servido para demostrarse a sí mismo «que puedo hacerlo», reconoció ayer en un encuentro con la prensa en la capital vizcaina. El autor explicó que el viaje que realiza su personaje «es como la metáfora de algo y, con cada paso, nos detenemos en un momento de su vida, vemos los círculos de poder en los que tiene que establecerse e intentar forjar una identidad, y cómo, poco a poco, se pone en evidencia un estado de cosas: la imposibilidad de algo que se llama Despotismo Ilustrado».
``El Club de la Memoria'' hace referencia a un grupo de jóvenes autores que durante la II República española participaron en las misiones pedagógicas que trataban de instruir al pueblo llano y que luego se vieron abocados al exilio.
Con este título, Eva Díaz Pérez (Sevilla, 1971) cierra la trilogía sobre la memoria que inició con ``Memoria de cenizas'' e ``Hijos del Mediodía''. «Son tres novelas sobre una España que no pudo ser: la España heterodoxa». La última aborda, sobre todo, el exilio. «Me interesa mucho la tragedia del desterrado», dijo.
La periodista sevillana cree que, aunque hablan del pasado, estos libros reflejan «la actualidad, el país que somos, un país que ignora su propio pasado», lo que le resulta incomprensible. «Yo quería que la novela sirviera para algo y así brindar mi pequeña aportación: dar a conocer que también existe esta historia», declaró.
Echar por tierra los mitos
Casavella afirmó que no se sorprende por la actual oleada de novela histórica que domina la literatura: «el fenómeno me ha pillado escribiendo», señaló, tras comentar que la escritura de ``Lo que sé de los vampiros'' le ha llevado cuatro años, «un período no demasiado largo».
Reconoció que existe un interés en cierta manera generalizado de los autores de su misma generación por la historia, lo que demuestra «que algo pasa», aunque no quiso lanzar una reflexión, ya que «corresponde a otros hacerlo», según la opinión del autor catalán.
A Eva Díaz Pérez le interesa el material histórico para reinventarlo, «para plantearlo desde otra perspectiva» y echar por tierra ciertos mitos.
Francisco Casavella transporta al lector hasta el siglo XVIII, de la mano de una sociedad itinerante y marginal que vaga de corte en corte. Eva Díaz se ha fijado en la II República española y en el exilio.