Alfredo Álvarez Plágaro, José Ramón Anda, Juan José Aquerreta, Amable Arias, Marta Cárdenas, Eduardo Chillida, Clara Gangutia, Jesús Mari Lazcano, José Llanos, Andrés Nágel y Rosa Valverde son algunos de los artistas que, a través de sus obras, están presentes en «La mirada transferida», exposición que, en memoria de Gonzalo Sánchez, se inaugura hoy en la sala Ganbara del centro Koldo Mitxelena.

«Cuando murió Gonzalo -en mayo de 2007-, fueron muchas las voces que se acercaron a nosotros proponiendo hacer algo», declaró ayer el director de KM, Frantxis López Landatxe. Ese «algo» ha terminado tomando la forma de una exposición, comisariada por Carmen Alonso-Pimentel, quien ha seleccionado 30 obras (26 pinturas y 4 esculturas) de otros tantos artistas.

«Lo difícil -explicó Alonso-Pimentel- era elegir los más significativos de entre el centenar largo de artistas que pasó por su galería, los más significativos en el sentido de que fueran los más vinculados a Gonzalo, por ejemplo, por haber expuesto en Dieciséis en más de una ocasión. Siempre es difícil no contar con algunos artistas que hubiesen participado a gusto, pero el espacio es el que es».

Una vez seleccionados los artistas, había que hacer lo propio con sus obras. En ese sentido, el objetivo ha sido ser fieles al espíritu que caracterizó a Sánchez en su galería. «Cuando llegó a Donostia en los 80 -dijo la comisaria-, hizo una apuesta por el arte contemporáneo, evidentemente, pero por un arte bastante ecléctico, porque, por ejemplo, apoyó decididamente a pintores realistas, cuando todavía volver la mirada a la figuración realista parecía algo trasnochado después de la Segunda Guerra Mundial. Por eso en la muestra conviven abstracción y figuración realista».

«Modernidad y calidad»

Gonzalo Sánchez nació en Villena, Alicante, en 1944. La mili lo llevó a Madrid y allí se quedó. Estudió Psicología, pero pronto descubrió que lo suyo era el arte. Trabajó en la galería La Mota y, cuando ésta cerro, en 1983, se trasladó a Donostia dispuesto a crear su propio espacio. Encontró un local en el número 16 del Buen Pastor y así surgió Galería Dieciséis, «un foco de modernidad y calidad», en palabras de Alonso-Pimentel. «Su desembarco en Gipuzkoa supuso algo nuevo», ratificó López Landatxe, quien recordó el papel jugado por Sánchez en la creación de Arteleku, sobre todo en los talleres, inspirados en los que había conocido en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. «Él propuso nombres, entre ellos, el del gran litógrafo Don Herbert, que aún sigue en Arteleku», destacó López Landatxe.

Sánchez destacó también por su trabajo con algunos artistas, sobre todo, con Amable Arias, «el gran desconocido del grupo Gaur», cuya obra llevó en exclusiva a varias ediciones seguidas de Arco. «Cabe decir que fue él quien puso al artista en el mundo», dijo López de Landatxe.

Con ocasión de la exposición, KM ha editado un catálogo que, además de las imágenes de todas las obras, incluye sendos textos críticos, uno de Alonso-Pimentel, que describe Galería Dieciséis «por dentro», y otro de Edorta Kortadi, que se centra más en el papel que desempeñó Gonzalo Sánchez desde que se instaló en Donostia.