Tal como han traducido el título en la versión doblada, parece que se trata de la consabida segunda entrega de la saga terrorífica de turno, cuando en realidad no existe ningún precedente. Ha salido de un guión original, y ese número «2» se refiere a la segunda planta del aparcamiento, como podía haber sido cualquiera de las cuatro que completan el parking donde se concentra por entero la acción del thriller. Es el escenario que nos propone esta nueva muestra dentro del inagotable repertorio de lugares claustrofóbicos visitados por el género, para desarrollar una vez más la eterna relación impuesta entre el verdugo y su víctima. Al igual que en otros muchos casos, en los que la violencia y el miedo a salir de noche andan de por medio, la lectura de fondo suele ser bastante reaccionaria. No es ninguna casualidad que la víctima sea una mujer independiente, que sale de su trabajo a última hora la víspera de Navidad, cuando ya toda la gente decente está en sus casas para cenar en familia. El acosador sufre las consecuencias de la soledad destructiva, por culpa de su trabajo de vigilante.