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ELECCIONES MUNICIPALES EN IPAR EUSKAL HERRIA

La diversidad, elemento destacable en muchas de las listas para las municipales

Junto con las elecciones cantonales, hoy ha comenzado oficialmente la carrera para elegir a los ediles en Ipar Euskal Herria. La diversidad política y representativa es una de las características más destacables de las candidaturas.

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Arantxa MANTEROLA | BAIONA

El torbellino electoral de las cantonales, que por ahora sólo afecta a la mitad de la población de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, alcanzará posteriormente, con más o menos ímpetu, a todas las localidades puesto que, con la campaña para elegir a los consejeros generales, también comienza hoy la de las elecciones municipales.

Mientras que las vicisitudes que se dan en las poblaciones más pequeñas apenas trascienden, el clima es obviamente más tenso en las ciudades y localidades más pobladas, donde en las últimas semanas se han ido presentando las diferentes candidaturas.

La diversidad en cuanto a su composición es una de las características más destacadas. Los tres alcaldes salientes de la aglomeración BAB (Baiona, Angelu, Biarritz) optan a su reelección y presentan una lista en la que confluyen, además de militantes y simpatizantes de su tendencia política -centro-derecha-, otros candidatos de diferente signo.

El «maestro» en este peculiar arte es Didier Borotra, senador-alcalde de UDF de Biarritz que, además de a candidatos de su parroquia, también esta vez ha reunido en su lista a los de UMP, abertzales, independientes y algún que otro socialista. Ha conseguido el apoyo oficial de la UMP e incluido en tercer lugar a Max Brisson, cabeza visible de esa formación en Biarritz, aunque tal posicionamiento ha generado tensiones locales entre militantes UMP que deseaban presentar lista propia.

Robert Villenave (UDF) ha seguido parecido planteamiento a la hora de elaborar lista en Angelu, pero no ha sido tan aglutinador, en especial porque dos de sus ex concejales (Battite Mortalena y Claudine Getten-Porché) que abandonaron su equipo se presentan con sendas listas, lo que provocará a buen seguro dispersión de voto, para regocijo de la lista de Jean Espilondo (PS), que será la que más sombra pueda hacerle.

Quien más ha sorprendido en esta dinámica de confluencia es Jean Grenet, no porque su lista comprenda candidatos de signo muy diferente al suyo, sino porque ha dado un insólito giro al adoptar un discurso aperturista y, sobre todo, por haber incluido a dos candidatos verdes muy significados que también han tenido sus más y sus menos con su propio partido, que no ha «bendecido» tal decisión.

Abertzales, optimistas

Los abertzales han presentado listas, en lugares como Senpere (Egun eta bihar), Urruña (Herritarrak), Baiona (Baiona Berria), Uztaritze (Herria Bizi Dadin), D. Lohizune (Herri Berri), Hendaia (Biharko Hendaia), Baigorri (Aitzina Baigorri), Azkaine (Ideki) y Alkarkide (Maule). Como sea que en muchas de estas localidades no es la primera vez que concurren con lista propia, podrán medir la evolución del apoyo de sus convecinos y, por lo manifestado por muchos de ellos, pretenden conseguir más concejales que en las anteriores en los municipios en los que ya cuentan con ediles (Urruña, Donibane Lohizune, Baiona).

Otros han optado por integrarse en listas ajenas. Así lo han hecho algunos en la del socialista Kotte Ezenarro (Hendaia), en la de Dominique Duguet (PS Ziburu), en la de Beñat Inchauspe (UDF Hazparne) en la de Villenave (Angelu) o en la de Borotra en Biarritz, aunque otro abertzale -Peio Claverie- encabeza en esta misma ciudad otra lista conjunta con candidatos de izquierda plural.

El PNB, por su lado, participa también en otras candidaturas principalmente de derecha y centro (la de Grenet, la de Villenave, la de Alliot-Marie en Donibane Lohizune, la de Guy Poulou en Ziburu, la de Alphonso Idiart en D. Garazi...) y es probable que obtenga concejales en varias de ellas.

En general, no se esperan grandes cambios en cuanto al panel representativo. Sin embargo, en algunas ciudades y localidades el panorama puede variar. Es el caso de Angelu en el que Jean Espilondo puede aprovechar la dispersión del voto de la derecha; o Ziburu, donde a última hora se ha presentado otra lista de derecha frente a la del alcalde Guy Poulou, encabezada por su primo Michel Poulou, lo que favorece a la lista socialista-abertzale; o la del alcalde de Hendaia que peligra frente a la de Battitta Salaberry.

También será interesante ver quién sucede al veterano Jacky Coumet en Hazparne, que ha decidido retirarse. Dos listas no de muy diferente tendencia se presentan: la de Jean Ondarts y Beñat Inchauspe (la favorita) quien arrebató hace tres años el escaño de consejero a Coumet.

Sea como fuere, los resultados de la primera vuelta (9 de marzo) prefigurarán con más exactitud el mapa definitivo de las instituciones locales de Ipar Euskal Herria para los seis próximos años.

Un sistema electoral que prioriza la gobernabilidad a la proporcionalidad

Los votantes eligen a sus concejales por sufragio universal directo pero el modo de escrutinio es diferente en función del número de habitantes (municipios de más o de menos que 3.500 habitantes).

En las localidades de más de 3.500 vecinos los concejales se eligen por un sistema mixto que combina la representación proporcional y la denominada prima mayoritaria. Si una lista alcanza en la primera vuelta la mayoría absoluta, es decir, más del 50% de los votos, se hace automáticamente con la mitad de los concejales más uno y entra, además, en el reparto proporcional del resto de escaños municipales junto a las demás listas que hayan obtenido, como mínimo, el 5% de los votos emitidos.

Si no se diera el caso de una mayoría absoluta, se procede a una segunda vuelta la semana siguiente y la lista que obtenga la mayoría simple se hace con la mitad de los escaños más uno, procediéndose como en la primera vuelta para el reparto del resto (proporcional directa entre todas las listas, incluida la mayoritaria).

Por ejemplo, si en una población de entre 5.000 y 9.999 habitantes a la que corresponden 29 concejales, en la segunda vuelta se presentan varias listas y la más votada obtiene el 35% de los votos emitidos, la mitad de los concejales más uno, más el 35% de la otra mitad serán suyos, es decir, obtendría 15+5=20 concejales. Si la segunda lista más votada hubiera logrado, por ejemplo, el 34% de los votos se quedaría únicamente con cinco concejales a pesar de tener sólo un punto de diferencia.

Sólo pueden acceder a la segunda vuelta aquellas listas que hayan alcanzado cuando menos el 10% de los votos. Eso sí, las que hubieran logrado el 5% en la primera pueden fusionar con otra que haya obtenido el 10%.

En el caso de poblaciones de menos de 3.500 habitantes, los concejales son elegidos a dos vueltas por mayoría y la composición de las listas varía. Si son de menos de 2.500 habitantes éstas pueden ser incompletas, es decir, que no deben comprender tantos candidatos como número de concejales, circunstancia que es obligatoria para los municipios entre 2.500 y 3.500 habitantes.

Los votos se contabilizan individualmente y en la lista pueden figurar personas de diferentes tendencias políticas. En la primera vuelta resultan elegidos los candidatos que hayan obtenido la mayoría absoluta (más del 50%) y un número de votos superior al 25% de los electores inscritos. Para el resto de escaños se procede a una segunda vuelta y en ella son quienes obtengan el mayor número de votos quienes resultan elegidos.

Las tres ciudades más populosas del Estado (París, Lyon y Marsella) tienen su propio modo de escrutinio y un número de concejales mayor, ya que se dividen en circunscripciones.

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