Dice el refrán que algo tendrá el agua cuando la bendicen... Desde que detuvieron a Patxi Urrutia están apareciendo en prensa cartas donde se le recuerda y añora. Patxi se lo merece, porque es de esas personas que se hacen querer, por solidario, cabal y buen amigo de sus amigos. Entregado a las causas en las que cree y que preocupan a la sociedad civil.

También hay quien le odia a más no poder, porque Patxi nunca calla, jamás disimula y, sobre todo, aborrece a los corruptos.

Las personas que convivimos con él en Kontuz! (asociación contra la corrupción) sabemos muy bien de su entrega y generosidad. Y aunque dentro de nuestra organización podamos discrepar con alguno de sus planteamientos políticos, no aceptamos que lo hayan encarcelado sin respetar los sus derechos democráticos, como el de la libre opinión. Desde estas líneas le enviamos un cálido abrazo y un saludo solidario, mientras esperamos que la justicia prevalezca y regrese pronto a casa.