El presidente saliente de Armenia, Robert Kotcharian, acusó ayer a la oposición, que reunió a 50.000 personas en una manifestación en contra de los resultados de las elecciones del martes, de preparar un golpe de estado en esta república caucásica.

«Considero estas acciones como una tentativa de tomar el poder», alertó Kotcharian en el transcurso de un encuentro con responsables del Ejército y de la Policía, según un comunicado oficial.

«Ninguna organización puede colocarse por encima de la ley y de la Constitución y dedicarse a actividades ilegales», añadió, antes de amenazar con «una respuesta firme para mantener la estabilidad y el orden constitucional en el país».

Superando la afluencia de días precedentes, 50.000 armenios se manifestaron ayer a convocatoria del candidato opositor Levon Ter-Petrossian, por cuarto día consecutivo, para exigir la anulación de la elección como presidente del primer ministro Serge Sarkissian.

Ter-Petrossian, que logró el 21,5% de los votos frente al 52,9% de Sarkissian, acusa a las autoridades de fraude electoral.

Sin embargo, los observadores de la OSCE calificaron las elecciones de «globalmente conformes» a las normas, lo que supuso una decepción para la oposición, que ha colocado una veintena de tiendas de campaña en el centro de Erevan, al estilo de la «Revolución Naranja» ucraniana de 2006.