amateur | Presentación
El Lizarte apuesta por ganar Nafarroa y Bidasoa con Amador
Manolo Azcona mantiene el bloque y confía en conseguir sus objetivos. Si todo va normal, el costarricense dará el salto al Caisse d'Epargne de Unzue en 2009
Unai IRARAGORRI | BILBO
Con Andrey Amador como estandarte, el Industrias Lizarte presentó ayer en Orkoien un equipo de 20 ciclistas para la temporada 2008. Manolo Azcona mantiene el bloque del año pasado y es ambicioso, y apuesta por ganar las vueltas a Nafarroa y Bidasoa.
Azcona tiene en su equipo al mejor amateur de 2007, el costarricense Amador, y sigue con el mismo bloque. «El listón está alto -reconoce-, pero queremos ponerlo un poco más alto», asegura exigente. «Amador el año pasado ganó la etapa reina en Navarra y fue segundo en Bidasoa; estamos mentalizados para hacerlo aún mejor».
Para ello cuenta con Amador. «Es el jefe de la barraca y nos tiene que sacar las castañas del fuego», bromea. Azcona también espera un buen rendimiento de Atxa e Iraizoz, y avisa de que tiene un equipo para el Lehendakari «que puede pelear». Latasa, que hará un poco de todo, Sagastibeltza y Roda dan solidez al bloque, y llegan seis junior, entre los que destaca Sanz, actual campeón de España.
Amador se exhibió en 2007, desde marzo a setiembre, logró nueve victorias y fue protagonista en todas las vueltas; segundo en Bidasoa, ganó la etapa reina de la Vuelta a Nafarroa, fue líder en la Bira y acabó cuarto en Goierri tras ganar dos etapas. Y todo en su tercer año sub 23. Tuvo ofertas y pudo dar el salto a profesionales, pero Azcona prefirió esperar un año más.
Si no pasa nada raro, en 2009 correrá con el Caisse d'Epargne pues el Lizarte se ha convertido en su cantera. De hecho, Eusebio Unzue, mánager del equipo Pro Tour, y el director Alfonso Galilea cenaron con Amador esta misma semana. Y José Miguel Etxabarri estuvo ayer en la presentación. «Los tiros van por ahí», afirma Azcona.
Lizarte y el CC Galibier han unido sus destinos hasta 2010, y Azcona cree que van a ser «muchos más». El último año del Tegui fue 2002 y ha estado muchos inviernos «con la soga al cuello». Bodegas Monjardín y Gráficas Ona le permitieron salir, pero la estabilidad no llegó hasta 2006 con Lizarte y cada año aumenta su compromiso. «Ahora puedo trabajar con tranquilidad y confianza», subraya.