Seguro que ni el propio Neven Spahija se esperaba una noche tan negra cuando en la previa hablaba del partido de hoy como un choque muy peligroso. Y es que, al margen de una derrota con muchos condicionantes pero marcada por la falta de defensa y los rebotes concedidos, el Baskonia regresó a Gasteiz con Pablo Prigioni enfermo por unos problemas gástricos por los que sólo pudo jugar dos minutos y con Igor Rakocevic lesionado con una posible rotura de fibras en su gemelo.

La lesión del escolta serbio, que puede tener similitudes con la de un Pete Mickeal que deberá estar parado otras dos semanas -lo de Prigioni tiene solución más sencilla- fue lo peor de una jornada muy negativa para el Tau, que lo intentó desde el corazón de su capitán, Sergi Vidal, pero que cometió demasiados errores para ganar.

Porque las bajas de dos exteriores titulares en un último cuarto muy igualado, tener que jugar con Sergi Vidal de base por la ausencia de Prigioni y las cuatro faltas de un Planinic que tenía que haber medido mucho más sus protestas para evitar la técnica -Spahija recibió otra prácticamente seguida- pueden servir de atenuantes, pero el Baskonia tuvo gran culpa de su propia derrota, porque la defensa y los 14 rebotes ofensivos concedidos son demasiados, aunque el rival sea un Estudiantes bajo mínimos.

Relajados

Quizá por la diferencia que mostraba la tabla, quizá por la facilidad para anotar en los últimos choques, el Baskonia saltó al parqué excesivamente relajado y confiándolo todo a su capacidad anotadora. El gran acierto de Rakocevic le sirvió para dominar los primeros compases, pero el equipo estudiantil aprovechó las facilidades recibidas bajo los aros para darle la vuelta al marcador antes del descanso.

Las dos técnicas a los croatas del Baskonia fueron aprovechadas por los de Velimir Perasovic para endosar un 9-0 de parcial que le sirvió para abrir brecha gracias a un gran Pietrus.

Con todo en contra, el equipo gasteiztarra buscó la hazaña por mediación del corazón de Vidal, pero pese a acercarse en el marcador, era ya muy tarde.