La operación es otro paso para crear una zona de seguridad en Irak; debilitar al gobierno kurdo iraquí; impedir que el plan B aprobado por el Senado estadounidense divida el país ocupado en tres mini estados federales y otorgue a la autonomía kurda la gestión de la ciudad petrolífera de Kirkuk; poner en aprieto a Washington, ya que Kurdistan es la única región tranquila de Irak, y por último presionar al Gobierno de Nuri al-Maliki para que comparta sus abundantes reservas de petróleo y agua con ellos. Así, Ankara convierte en pesadilla el sueño de independencia de los kurdos de Irak y desafía a sus propios kurdos (12 millones).

A su vecino iraní -otro Estado que alberga a 7 millones de kurdos-, aunque comparte esas preocupaciones con sus colegas turcos y colabora contra las organizaciones kurdas en su territorio y en Irak, no le agrada el expansionismo turco.

De cara al interior, el Gobierno islamista de Ankara, persiguiendo a los kurdos, corrige a quienes habían creído en el concepto religioso de Umma (la hermandad musulmana) para demostrar que es más panturco que los laicos. Así, debilita ideológicamente a su gran rival, el Ejercito y le aleja de la escena política, entreteniéndole en una batalla estéril y de desgaste.

Turquía se encuentra con que el Congreso norteamericano le exige pedir perdón por la matanza armenia y que la UE le pone más trabas para su ingreso. Por lo que ha decidido fortalecer sus posiciones en Asia Central y Oriente Medio.

Los importantes acuerdos energéticos con Rusia sobre un nuevo gasoducto hacia Europa y con Irán para la compra de gas y la explotación del petróleo del Caspio forman parte de la agenda propia de Turquía en esta post Guerra Fría.

¿Por qué EEUU consiente ahora lo que rechazó en 2003 cuando Turquía le abrió su suelo para las operaciones contra Irak a cambio de instalar sus 60.000 militares en el Kurdistan iraquí? ¿Puede que EEUU sacrifique a los kurdos de Irak para deshacerse de Irán -enredarle en un conflicto regional-, en colaboración con Turquía? La prensa de la zona alerta a Irán de no implicarse, ya que cualquier acción de los ayatolahs podría ser considerada por Washington un ataque a sus fuerzas en esta zona, y todo lo que ello implica.

Demasiados actores, muchos intereses opuestos y una batalla que no ha hecho mas que empezar.