GARA > Idatzia > Ekonomia

Los trastornos musculoesqueléticos tienen un coste de 205.107 millones

Los trastornos musculoesqueléticos tienen un coste para la economía europea del 1,6% del PIB, lo que significa 205.107 millones de euros al año tomando las estimaciones de Eurostat. Esta cantidad es más que el PIB de nueve estados de la UE. Casi 54 millones de trabajadores se quejan de dolores de espalda y 49 millones, de dolores musculares. Esta patología no distingue ni edad ni género: hay 4 millones de jóvenes afectados y entre 6 y 7 millones de mujeres trabajadoras.

p030_f01199x153.jpg

Juanjo BASTERRA |

La segunda campaña europea de prevención de los trastornos musculoesqueléticos «Aligera la carga» en cinco años culminó ayer en una cumbre en el Palacio Euskalduna en la que se dieron cita 607 expertos europeos en prevención de riesgos laborales de los veintisiete estados de la Unión Europea. El director de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, Jukka Takala, señaló que «ha supuesto un récord en participantes» y «un interés por estas patologías laborales de origen osteomuscular». Takala estuvo acompañado del comisario europeo de Empleo, Vladimir Spidla, y también de la ministra de Empleo, Familia y Asuntos Sociales, Marjeta Cotman, en representación de la presidencia eslovena de la Unión Europea.

La principal conclusión que se puede extraer es que todavía los riesgos de sufrir un accidente de trabajo o contraer una enfermedad profesional en las empresas europeas son muy elevados, a pesar de la legislación en materia preventiva. Es evidente que el sistema falla, porque se permite que los trabajadores ocupen puestos de trabajo que no son ni seguros ni saludables, al contrario de lo que fija la legislación. La realidad demuestra que las administraciones públicas no obligan a los empresarios a que cumplan con esa normativa básica para garantizar la salud en los puestos de trabajo.

Esa situación nos lleva a que millones de trabajadores enferman y miles de ellos queden inválidos para poder trabajar en un futuro, una vez de haber sufrido un trastorno musculoesquelético como un sobreesfuerzo, un movimiento repetitivo, una postura forzada, etc.

Al alza en la UE

Elke Schneider, técnica de la Agencia Europea, reconoció que las estadísticas indican que los trastornos musculoesqueléticos «van en aumento desde 2002» y reconoce que, si en un principio las actividades agrícolas y de la construcción eran las más vulnerables, «el riesgo se está trasladando a diferentes servicios dependientes de la industria».

La gravedad del problema se contempla en las cifras sobre la incidencia de los trastornos musculoesqueléticos. Jukka Takala reconoció que un 25% de los trabajadores europeos sufre dolor de espalda, es decir casi 54 millones de ocupados, y el 23%, otros 49 millones de trabajadores. En su intervención, en la que también estuvo presente el consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno de Gasteiz, Joseba Azkarraga, lo mismo que representantes de los empresarios y de la patronal europea, explicó que esta patología «incide entre trabajadores de más edad y menos edad» y reconoció que «las mujeres salen peor paradas de estas dolencias, porque tienen una incidencia mayor». Según los datos que aportó, cuatro millones de jóvenes trabajadores sufren en la actualidad trastornos musculoesqueléticos y, muchos de ellos, no podrán volver a su antiguo puesto de trabajo por las secuelas incapacitantes que dejan estos problemas osteomusculares.

Hay entre seis y siete millones de trabajadoras del sector sanitario, que trabajan en condiciones de trabajo perjudiciales para su salud, y se calcula que otros cuatro millones sufren trastornos musculoesqueléticas.

Jukka Takala señaló la necesidad de poner remedio a esa situación grave y adelantó que «muchos de los problemas se podrían solucionando con una organización del trabajo más eficaz, realizando pausas más a menudo lo que permitiría al trabajador reposar y, por lo tanto, ser más productivo».

Elke Schneider, jefa de proyecto de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, realizó en uno de los talleres específicos un análisis de los resultados de las diferentes encuestas sobre la evolución de lo que está ocurriendo. Entre 2002 y el 2005, que son los últimos datos comparativos a nivel europeo, los trastornos musculoesqueléticos aumentaron en un 32% a nivel general, aunque el efecto sobre la mujer fue mayor, ya que aumentó en un 39%. «Se calcula que en Alemania y Polonia los días perdidos por estas dolencias crecieron en un 24%» en ese período.

Problema principal europeo

La situación es grave, a juicio de Jukka Takala, porque el 40% de los costes económicos que tienen las enfermedades y los accidentes de trabajo se deben precisamente a los trastornos musculoesqueléticos. Ese porcentaje por los datos que se expusieron en los diferentes talleres es similar en todos los países del conjunto de la Unión Europea. Así, el director de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo reconoció que «es la enfermedad laboral número uno en Europa. Los trastornos musculoesqueléticos afectan a millones de trabajadores y representan unos costes para la economía de hasta el 1,6% del PIB».

Supone, teniendo en cuenta las previsiones de Eurostat para 2008, un coste económico para la economía europea de 205.107 millones de euros, cantidad más elevada que el PIB que nueve estados de la Unión Europea (Bulgaria, República Checa, Estonia, Irlanda, Chipre, Hungría, Portugal, Rumanía y Finlandia» y una cantidad similar a la de otros dos países (Dinamarca y Grecia).

Takala añadió que «no podemos seguir permitiéndonos este desperdicio del potencial de Europa y hemos de aligerar la carga que soportan todos los trabajadores que padecen estos trastonos», a la vez que reclamó a las empresas una actuación eficaz porque si se mantiene esta situación dramática «la rentabilidad de las empresas se verá reducida, además de provocar esos costes sociales elevados para los gobiernos y reducir la capacidad de trabajo de los empleados cuando en este momento se empiezan a aplicar aumentos para la edad de jubilación, de los 65 a los 67 años en Alemania, por ejemplo», precisó el director de la Agencia Europea.

Prevención

La prevención, según se abordó en los talleres previstos en la jornada, pasa por un enfoque multidisciplinar, de tal forma que se impliquen «empresarios, trabajadores, sindicatos y la administración pública».

En ese contexto, el comisario europeo de Empleo y Asuntos Sociales, Vladimir Spidla, indicó que «no es sólo una cuestión económica, sino moral, además de garantizar la seguridad y salud en el trabajo». Recordó, en este caso, que la estrategia europea hasta el 2012 fija un objetivo de reducir el impacto de los accidentes de trabajo en un 25% y «va paralela a los objetivos renovados de Lisboa en el sentido que se ponían en marcha mejoras en la calidad del empleo, lo que quiere decir una reducción de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales».

La ministra de Empleo, Marjeta Cotman, del Gobierno de Eslovenia , en representación de la presidencia que ostenta en la UE, recordó la necesidad «de avanzar en la prevención». A la vez que el secretario general de la CES, John Monks, por medio de un vídeo precisó que «no sólo con intercambio de buenas prácticas, sino que se debe generar una buena normativa que se aplique para tener calidad de vida y salud en el trabajo». Mientras que el representante de la patronal europea, Kris de Meester, dijo que «no eludo la responsabilidad de los empresarios», pero atribuyó el alza «a multitud de factores».

La realidad vasca «es peor» que la media

En el encuentro participó Joseba Azkarraga, consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, quien reconoció que «tenemos la responsabilidad jurídica y moral de poner los medios necesarios para preservar la seguridad de los trabajadores, así como de llevar a cabo, y con carácter previo, una adecuada formación de los mismos en materia preventiva». En este caso, Azkarraga se olvidó de mencionar que deben ser los empresarios los que deben ofrecer un puesto en condiciones de seguridad, porque lo fija la legislación preventiva, que entró en vigor en el Estado español hace doce años.

Azkarraga afirmó que las patologías «referidas al aparato locomotor, son las de mayor incidencia entre la población trabajadora». Las alteraciones musculoesqueléticas suponen «alrededor del 80% de las enfermedades profesionales» y «un 30% de los accidentes de trabajo». En principio, esa cifra supone el doble del impacto que se produce a nivel europeo (40%). En este caso, Jukka Takala aseguró que el 40% de los trabajadores españoles dice sufrir dolores lumbares; un 27%, de espalda y otro 27%, de cuello. J. BASTERRA

TRABAJADORAS

Los datos sobre los trastornos musculoesqueléticos demuestras que no distingue entre edad y género, porque hay 4 millones de jóvenes trabajadores afectados y entre 6 y 7 millones de mujeres, sobre todo en el área sanitaria.

no RETROCEDE

En los talleres de la jornada se puso de manifiesto que los graves problemas para la salud de los trabajadores en este campo no están retrocediendo, sino que aumentan en un 32% en general y un 39% en el caso de la mujer.

Prevención

Las principales actuaciones en materia preventiva para reducir el impacto de estos trastornos tienen que ver con la mejora ergonómica de los puestos, la realización de pausas en el trabajo y una mejora en la organización.

«Con una inversión en la mejora productiva se reduce mucho el impacto sobre la salud»

Como en otras ocasiones, se entregaron nueve galardones de buenas prácticas a compañías de seis estados de la UE. En este caso, Jukka Takala reconoció que con una inversión en la mejora productiva de ciertos procesos, se puede reducir mucho el impacto de los trastornos musculoesqueléticos y otras dolencias».

El director de la Agencia Europea destacó, en este caso, dos ejemplos. El primero de una empresa holandesa, Dycore BV, que fabrica «componentes de suelo enormes. Para su traslado, los trabajadores tenían que mover palés manualmente con un esfuerzo enorme para su salud». Sin embargo, Takala aseguró que la empresa rediseñó esos componentes y realizaron una inversión de 137.000 euros lo que les ha permitido «ahorrar más de 250.000 euros». La tasa de absentismo laboral bajó de forma considerable «por lo que es rentable actuar en la mejora de los procesos productivos, para beneficiar a todas las partes, sobre todo a la salud del trabajador». El otro ejemplo que destacó Jukka Takala se refiere a la empresa eslovena Sava, que se dedica a procesos de manipulación y fabricación de caucho. Según explicó, la acción de la empresa ha permitido reducir en un 30% el absentismo, con la inversión de 4 millones en la mejora de los sistemas productivos. «En la actualidad tienen bajas laborales por debajo de la media de Eslovenia, lo que es muy importante». No obstante, reconoce que todavía «la empresa no ha recuperado la inversión inicial, ya que el beneficio directo que se ha constatado ha sido de 1,5 millones, «pero a largo plazo la rentabilidad superará la inversión inicial. Estoy seguro».

Otros galardones fueron a parar el diseño de diferentes puestos de costura ergonómicos y la introducción en un invernadero un sistema de desplazamientos de cargas que reduce la manipulación manual.

El Euskalduna reunió ayer a los técnicos en prevención de riesgos laborales de la UE, que participaron activamente en la jornada. También estuvieron los representantes de los principales sindicatos en Euskal Herria: Janire Domínguez (ELA), Ibon Zubiela (LAB), Jesús Uzkudun (CCOO) y Pilar Collantes (UGT), que siguieron la jornada sobre este tema tan importante. J. BASTERRA

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo