El conflicto de Darfur entra en su sexto año sin viso alguno de solución
El 26 de febrero de 2003, un grupo rebelde atacó una guarnición militar de Darfur norte para protestar por la marginación de su territorio. La represión posterior dio inicio a un conflicto que entra hoy en su sexto año y Sudán sigue resistiéndose a un despliegue internacional.
GARA |
El conflicto de Darfur entró ayer en su sexto año sin una solución a corto o largo plazo. El Gobierno sudanés sigue oponiéndose al despliegue de una fuerza internacional. Este triste aniversario coincide con el viaje a Jartum del enviado especial de Estados Unidos para Sudán, Liu Guijin, que tiene previsto participar en las negociaciones al más alto nivel para buscar una solución al conflicto, que el presidente estadounidense George W. Bush calificó de «genocidio». Sudán tiene a su lado a China, que se ha convertido en su principal socio económico.
El balance de estos seis años de guerra no puede ser más demoledor. Más de 200.000 personas han muerto y más de dos millones han tenido que abandonar sus hogares. Para Jartum, la cifra de víctimas es tan sólo de 9.000. La supervivencia de alrededor de 4,2 millones de personas depende exclusivamente de la ayuda humanitaria.
Precisamente ayer, el portavoz de ACNUR William Spindler alertó de que numerosos civiles, en su mayoría, mujeres, niños y ancianos han huido en los últimos días a Chad desde Darfur por los intensos combates entre fuerzas gubernamentales y milicianos. «Es difícil estimar de cuánta gente se trata, porque están diseminados en varios pueblos, pero más grupos de refugiados siguen llegando constantemente», manifestó.
Los recién llegados informaron al personal de ACNUR de que se han registrado bombardeos y ataques cerca de campos de desplazados.
«Nuestro equipo en la frontera ha encontrado a varias personas heridas, por ejemplo, una niña de cinco años del campo de desplazados internos de Seliah, en Darfur, que fue herida por metralla en el abdomen a principios de este mes. Su tía fue tiroteada en el pecho», explicó.
La situación es especialmente grave porque la inmensa mayoría de los nuevos refugiados llegados a Chad habían sido desplazados una o dos veces en el oeste de Darfur desde 2003, por lo que presentan fuertes traumas. «Todos ellos temen regresar y han pedido ser trasladados más al interior de Chad porque no se sienten seguros junto a la frontera», señaló Spindler.
El pasado domingo, un alto representante sudanés rechazó cualquier responsabilidad en el retraso del despliegue de la fuerza internacional integrada por la ONU y la Unión Africana (Minuad). De los 26.000 efectivos que supuestamente debe trasladar a la zona, sólo ha enviado a 9.000. «La falta de financiación es la razón del retraso», alegó Nafie Ali Nafie, adjunto al presidente sudanés.
ACNUR anunció la apertura de un nuevo campamento en la zona occidental de Darfur para acoger a 6.000 desplazados. El primer grupo de 143 familias, unas 500 personas, llegará hoy procedentes de Armankul.