alpinismo Pirineos
Atípica temporada en Pirineos rascando de aquí y de allí
La cordada formada por Simón Elías, Manu Córdova y Mikel Zabalza se llevan la primera invernal del «Diedro Norte» de la Pala de Ip. Por su parte, los catalanes Eloi Callado y Oriol Fonts han abierto sendas vías en el sector Ático de Gavarnie y en el Marboré.
Andoni ARABAOLAZA | DONOSTIA
No hace falta ser entendido, ni tener un máster en Pirineo invernal, para darse cuenta de que esta año la temporada de frío, nieve y hielo de nuestra cordillera está siendo inusual, atípica... Con temperaturas templadas y sin apenas precipitaciones, los diferentes terrenos de juego de la dificultad pirenaica están siendo abocados al puro desastre. Se está haciendo alguna cosilla que otra, pero ésas que llevan el sello de referencia están, nunca mejor dicho, de sequía. Sólo con charlar un par de minutos con los titanes o representantes de la «escuela» de la aportación, uno se da cuenta que están de los nervios.
A pesar de todo, dentro de ese casi desolador panorama, podemos rescatar, eso sí con cuentagotas, alguna que otra actividad que, en su medida, limpia ese estrato de lo negativo. Una de ellas la teníamos apuntada hace ya unas semanas. Se trata de la primera invernal del Diedro Norte de la Pala Ip (2.749 m) firmada por tres representantes del pirineísmo de la vertiente sur: Simón Elías, Manu Córdova y Mikel Zabalza. Contactamos con el navarro para conocer los pormenores de esta actividad, y nos propone posponerla un poco por si cae alguna otra y así darle cuerpo al reportaje. Pero, al mismo tiempo nos llegan sendas aperturas en el sector Ático del Circo de Gavarnie (Occitània, 120m, V/5, M5) y en el Marboré Miquelets, 300m, V/4+, M5) firmadas por otros dos excelentes pirineístas: los catalanes Eloi Callado y Oriol Fonts. Así que nada de esperar, y tratamos las actividades realizadas por los protagonistas citados.
Vía dura y rota
Elías, Córdova y Zabalza se ataban a la misma cuerda para intentar llevarse la primera invernal del Diedro Norte de la Pala de Ip. Una vía abierta por Ibarzo y Ursi en 1983 en uno de los terrenos de juego pirenaicos más olvidados y atrayentes, y que Elías lo define de la siguiente manera: «La parte alta de Izas es una de las catedrales del pirineísmo con la Pala de Ip y Collarada unidas por farallones rocosos surcados de infinitas posibilidades».
Dos de ellos, Córdova y Zabalza, ya se dejaron caer el año pasado por esta cara norte, y les salió perfecto, ya que se llevaron la segunda invernal de la vía Ursi del 74 (ED, IV/5, M6+, 700 m). Al igual que Elías, el iruindarra es de la opinión de que este murallón es uno de los grandes olvidados: «Sobre todo para la escalada invernal moderna es perfecto. Da muchas posibilidades y el potencial es impresionante. El Diedro Norte también estaba olvidado, y por eso se nos ocurrió la idea de intentarlo».
Se trata de una línea catalogada de MD+ en verano y que tiene la particularidad de que la calidad de su roca deja más que desear. A pesar del temple para este tipo de vías donde el pitonaje es muy delicado, para Zabalza ha sido una experiencia muy buena: «La vía es dura, más dura de lo que pensábamos. En su apertura le dieron MD+, pero, como adelanto, ha sido más seria de lo que creíamos; con zonas desplomadas, mala roca... La parte de abajo, de unos 200 metros, se caracteriza por laderas de nieve intercaladas por buenas planchas de hielo. Luego llega lo más serio con tramos desplomados de A2 limpios en los que nunca te encontrarás con nieve y hielo. Esos pasajes los pasamos en mixto con M6 en la parte inferior, luego alguna tirada de 6a y M5/5+ en la salida».
Bloques rotos, roca podrida, difícil de asegurar, malos agarres... la verdad sea dicha, con esos componentes la escalada no tiene demasiado atractivo para la mayoría de los mortales, pero hasta que no se prueba la incógnita no se puede resolver. Tal y como asegura el navarro, hubo momentos en los que sacaba con la mano los clavos puestos por los aperturistas y los metía después con el martillo del piolet: «Sí, la verdad es que fue una aventurilla. Pero la vía no deja de ser guapa, una línea que te lleva directamente a la cima del trapecio. Es estética, y hay largos de escalada en los que tienes que tener mucho cuidado y poner todos los sentidos en alerta. En nuestro caso, por las condiciones de esta temporada, nos hemos encontrado poco hielo y nieve. Simón, por ejemplo, no se quitó los crampones en toda la vía. Yo en ciertos tramos escalé con unos pies de gatos que los tenía grandes. Eso sí, ha sido una ruta que nos llevó todo el día; llegamos a cima al anochecer. La verdad es que la norte de la Pala de Ip es un terreno de juego privilegiado, y es que hay muchas vías por abrir de mixto moderno».
De esta forma, en una jornada realmente completa, Elías, Córdova y Zabalza se llevaban la primera invernal del Diedro Norte que la escalaron en M6, A2, 6a.
«El primer día que escalamos en Gavarnie se nos cayó el alma al suelo y el poco hielo que había, encima. Escalamos Crac-crac con temperaturas peligrosamente altasy Overdose se desmoronaba continuamente»
«Hemos encontrado poco hielo y nieve. Simón, por ejemplo, no se quitó los crampones en toda la vía; y yo, en ciertos tramos, escalé con unos pies de gato que los tenía grandes. Eso sí, ha sido una ruta que nos llevó todo el día»
Eloi Callado y Oriol Fonts han vuelto, un año más, por las tapias heladas de la zona de Gavarnie. A los catalanes les va la marcha de esa zona, y es que durante estos últimos años no han dejado de abrir vías. En esta ocasión, y a pesar del panorama casi desolador, Callado y Fonts dejan su impronta con dos nuevas líneas.
El 6 de febrero firman Occitània en el sector Ático del Circo de Gavarnie. Una ruta de 120 metros y dificultades de V/5, M5. Para llegar a la nueva propuesta, los catalanes accedieron por Mystiques, Freezante y Vía du solo. Doce días más tarde, tras una bella escalada al Marboré se hacen con Miquelets, una interesante chimenea que termina en la arista Passet. La vía de MD+, V/4+, M5 tiene 300 metros, y las reuniones 2, 3, 4 y 5 tienen un pitón. En total, y eso hay que remarcarlo, se marcaron 1.500 metros de desnivel: Mystiques+Freezante+Alpes Juliennes+pequeño resalte de 30 metros de hielo+ 1 hora hasta la cima.
En el siguiente relato enviado a Gara, Callado nos da cuenta de su paso por las nuevas actividades realizadas en Gavarnie:
«Invierno 2008... invierno raro, invierno escaso de hielo, temperaturas altas y poca nieve... ¡¿Será esto el cambio climático?! La verdad es que el primer día que escalamos en el Circo de Gavarnie en esta desesperante temporada, se nos cae el alma al suelo y el poco hielo, encima al ver como está el panorama. Escalamos la bonita Crac-crac con temperaturas peligrosamente altas mientras Overdose se desmorona continuamente.
»¿Qué hace una cascada como tú en un año como éste?
Einstein dijo en cierta ocasión que Dios no juega a los dados, sino a las matemáticas exactas. Pero el mundo del hielo no son matemáticas y, aún menos, exactas. Así que nos sorprende ver cómo en el sector Ático, la cascada situada en el extremo izquierdo y que habíamos intentado abrir en un par de ocasiones hacía dos años, estaba sorprendentemente mejor formada que nunca.
»Con ilusiones renovadas, nos lanzamos la madrugada del 6 de febrero a escalar rápidamente el primer muro del Circo, para seguir después por la Via du Solo hasta la base del sector Ático y de nuestra deseada y amenazadora cascada. Las dudas disminuyen a medida que los metros escalados aumentan y, tras algún que otro resoplo para alcanzar la «medusa» colgante de la parte superior, llegamos arriba. Nos quitamos por fin de encima el peso emocional y psicológico que suponía para nosotros el abrir esta nueva cascada. Su nombre -Occitània- recuerda el pasado común de los pueblos pirenaicos, a ese Pirineo sin fronteras.
»La via `robada'.
Los días de vacaciones pasan y las escaladas se suceden. Gracias a una foto tomada desde la Torre de Marboré, nos percatamos que la chimenea situada entre la Arista Passet del Marboré y el Glaciar de la Cascada presenta inesperadamente una fina línea de hielo en su interior. Así pues, lo más ligeros posibles según las teorías minimalistas de Oriol, escalamos una noche el primer muro del Circo para encadenar, ya de día, con Alpes Juliennes y seguir hacia arriba, muy arriba, hasta el inicio de la chimenea. El tiempo es malo contra todo pronóstico, pero aun así nos metemos en materia; y tras seis largos de cuerda de escalada mixta aliñada con viento, frío y continuas purgas de nieve polvo, llegamos por fin a la fácil Arista Passet. El momento resulta ser un poco dramático: el viento es a veces insoportable y nieva copiosamente. Así que, aunque nuestra intención era proseguir por la Arista Passet hasta la cumbre del Marboré, «prudencia obliga» y renunciamos a la cima pero, eso sí, con nuestra nueva vía Miquelets ya abierta y siendo ésta una escalada muy estética y bonita.
»Los rápeles se suceden en la larga bajada que supone los 1.500 metros de desnivel escalados; y para cuando llegamos al suelo son ya las once de la noche. Contentos por la nueva ruta `robada in extremis' a la montaña, pero sin la `guindilla' de la cima, volvemos con humildad sobre nuestros pasos hacia el calor del pueblo y hacia la merecida cerveza».