Tres de los cinco policías llamados a declarar como testigos por la denuncia por torturas que interpusiera la joven donostiarra Itxaso Guemes declararon ayer ante un juez en Madrid, ante quien negarron todos los extremos de la declaración que realizara Guemes. El juez señaló su intención de volver a citar a los policías que ayer no respondieron a la citación.

Sin presencia del Ministerio Fiscal, los agentes respondieron a las preguntas formuladas por el juez, así como a las realizadas por la abogada de Torturaren Aurkako Taldea (TAT), Ane Ituiño, negando que hubieran amenazado u ofendido a la joven donostiarra tras su detención en Iruñea en febrero de 2005, toda vez que negaron que Guemes fuera sometida a interrogatorio alguno.

TAT denunció que «una vez más las fuerzas policiales ocultan la tortura», al tiempo que exigió «tanto en este caso como en el resto de casos de denuncias de tortura, verdaderas investigaciones. Pedimos que se utilicen todas las pruebas que se pueden utilizar porque sabemos que las situaciones de incomunicación, junto a la `profesionalidad' de la Policía españo- la, la Ertzaintza o la Guardia Civil, hacen muy difícil encontrar evidencias de que se practican torturas».

En una nota, TAT añadió que «si los jueces de instrucción no cumplen con ganas y responsabilidad su trabajo, abren de par en par las puertas a la impunidad y la tortura coge el aire que necesita para sobrevivir». Torturaren Aurkako Taldea reiteró que «acabar con la tortura es una labor de todos».

Itxaso Guemes fue detenida por efectivos de la Policía española «de forma salvaje» en las inmediaciones de Iruñea cuando viajaba sola en coche, a primera hora de la tarde del 8 de febrero de 2005, aunque en la orden de detención figuraba el día 9 como fecha para la misma. Inicialmente pensó que se trataba de un secuestro.

Guemes detalló en su declaración haber sufrido duros interrogatorios, así como amenazas y ofensas, toda vez que afirmó haber sufrido mareos y desfallecimientos.