Basket Country
Se me hace el culo Pepsi-Cola
Imanol AMIANO
Todo lo que no le había tocado pasar al Bilbao Basket en la primera parte de la temporada, de la Copa a esta parte le ha venido de sopetón. Vidorreta frunció el ceño con la baja de Recker, puso cara de póker con la de Rancik, pero la de Weis ya es de apaga y vámonos. Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy...
Si llegaron los 215 centímetros de Illic para sustituir al eslovaco, no sé cuántos querrá ahora Txus. Al menos tienen el scouting hecho. Aunque el mercado siempre ofrece productos frescos. El Efes Pilsen turco ha cortado a Loren Woods -como a Nicholas y a Wright, por negarse a viajar a Belgrado-, pero sólo mide 213. Barato no será, y tal y como está el ladrillo... Claro que, otro que en breve puede quedar libre, cerquita, es el sorprendente Muoneke. Centímetros tiene pocos, pero actitud, garra y temple...
Y es que a Spahija le faltó tiempo para soltar que Singleton estará hoy ante el Lietuvos. El croata parece un niño con ala-pívot nuevo. Y no me extraña. Aún guardo en mi retina -bueno, y en el vídeo- el gorro que le puso allá por los focos del BEC a Papadopoulos. Tras cinco meses sin el jugador franquicia, aliñados con la mosca detrás de la oreja por los músculos de cristal de un Mickeal tan decisivo como intermitente -más Virgencitas-, la expectación es enorme.
Si ahora que llega lo bueno, el bueno de James se pone, como amenaza, a tope en un par de semanas... y ya, puestos, si lo de Jasaitis no es un espejismo, vuelve el mejor Mickeal, Rako no se obtura, McDonald roba minutos al mejor Splitter, Teletovic atina aunque sólo sea desde la periferia, Vidal sigue en plan ídolo local, Planinic penetra y dobla -y se guarda el yo-yo- y Pablo pasa los bloqueos por dentro... Será mucho pedir, pero sólo de pensarlo se me hace el culo Pepsi-Cola.