Operación de la ertzaintza en Iurreta
De «terroristas más buscados» a libertad sin fianza
Agurne Salterain y Oroitz Aldekoa-Otalora, arrestados el domingo por la Ertzaintza, quedaron ayer en libertad sin fianza tras declarar en la Audiencia Nacional. Ambos estaban a la espera de ser citados para comparecer en el tribunal especial, pero la Policía autonómica los detuvo antes. Mientras el domingo Javier Balza se congratulaba de apresar a dos de «los más buscados», ayer intentaba justificar su actuación.
Oihana LLORENTE |
Agurne Salterain y Oroitz Aldekoa-Otalora quedaron ayer en libertad sin fianza tras comparecer ante el juez de la Audiencia Nacional española Ismael Moreno. Sus identidades fueron difundidas hace una semana, junto a las de otros tres ciudadanos vascos más, en la «lista de los más buscados» elaborada por la Guardia Civil.
Salterain y Aldekoa-Otalora fueron apresados por agentes de la Ertzaintza el domingo por la mañana, cuando los dos jóvenes salían del caserío familiar de este último en Iurreta.
El amplio despliegue realizado por los agentes de Balza durante largas horas vistió de importancia un operativo que sal- tó a los medios de comunicación con gran relevancia pero sin información detallada. Ni siquiera hubo confirmación alguna en torno al registro del caserío, que, según aseguró el conse- jero de Interior de Lakua, al mediodía del domingo ya se estaba llevando a cabo; ni mucho menos de lo que podían haber hallado en el inmueble. Tampoco trascendieron las imputaciones que pesaban sobre ellos; incluso Balza declaró que se conocerían «cuando sean puestos ante la Audiencia Nacional».
Lo único que trascendió fue que Salterain, vecina de Elorrio, y Aldekoa-Otalora, de Iurreta, fueron apresados por la Policía autonómica sin que opusieran resistencia alguna y que, cuando los agentes de la Ertzaintza procedieron a su identificación, comprobaron que la pareja portaba documentación legal.
El lunes, sin embargo, Askatasuna daba cuenta de que los arrestados habían pedido comparecer ante la Audiencia Nacional española y que estaban a la espera de ser citados. Este dato sin embargo, no fue considerado ni relevante ni noticioso, ya que la gran mayoría de los medios de comunicación obviaron el hecho de que los jóvenes estaban esperando la respuesta del tribunal especial para comparecer de manera voluntaria. Lo que seguían resaltando es que los jóvenes vizcainos figuraban entre los «terroristas más buscados» en la lista la elaborada una semana antes por la Guardia Civil.
Cabe recordar que aquel día todos los medios españoles señalaban a Salterain y Aldekoa-Otalora como «activistas de ETA que ahora forman parte de sus comandos», y expertos en la lucha contra ETA no dudaban a la hora de considerarlos como «activos» de la organización.
No hubo respuesta del tribunal
Ayer, en las escalinatas del tribunal especial, el letrado de la pareja, Iñaki Irizar, informaba de lo ocurrido en este caso. Aseguró que la pareja había tratado de «entregarse de manera voluntaria» y detalló que él mismo, con esa finalidad, envió un escrito a la Audiencia Nacional española, fechado el 14 de enero. No obstante, explicó que no obtuvo respuesta del tribunal, al paracer por la huelga de los funcionarios de la Administración de Justicia, por lo que, según afirmó, los jóvenes tenían intención de acudir esta misma semana al tribunal madrileño.
El abogado concretó además que en espera de esta tramitación, los padres de Aldekoa-Otalora facilitaron el alojamiento a la pareja, en el caserío perteneciente a la familia, para evitar que fueran detenidos. Incluso, subrayó que tanto Aldekoa-Otalora como Salterain constan como censados en la vivienda de los padres de uno de ellos; «nadie acudió a la casa para localizarles», apostilló.
Sin embargo, una vez difundidas sus identidades en la «lista de los más buscados» elaborada por la Guardia Civil, según explicó Irizar, los dos jóvenes decidieron llevar a cabo una «relajación de las medidas de seguri- dad para propiciar su arresto y poner fin a su situación».
Tras declarar ante el magistrado Ismael Moreno, Salterain y Aldekoa-Otalora quedaron en libertad y pudieron así poner fin a una situación que se había dilatado desde el pasado diciembre, mes en el que era arrestado Gorka Lupiáñez. Precisamente, los detenidos el domingo estaban acusados de «dar cobertura» al durangarra, quien tras ser apresado el 6 de diciembre en Berriz por la Guardia Civil, denunció haber sido objeto de salvajes torturas mientras estuvo incomunicado.
Salterain y Aldekoa-Otalora reconocieron ante Moreno que alojaron en su domicilio de Abadiño a Lupiáñez, detallando que existía una relación desde la infancia entre este último y Aldekoa-Otalora y que desconocían que Lupiánez pudiera tener relación con ETA. Precisaron que lo alojaron porque alegó que tenía problemas familiares.
El juez adoptó la decisión de ponerlos en libertad sin fianza a petición del fiscal Juan Moral. Sin embargo, la pareja sigue imputada por un «delito de colaboración con organización terrorista» y Moreno les impuso la obligación de entregar el pasaporte y de comparecer dos días a la semana en el juzgado más próximo a su domicilio.
El máximo responsable de este arresto, el consejero de Interior de Lakua, Javier Balza, beneficiándose del eco mediático que se creó el domingo ante el operativo, se apuntó un tanto calificando el operativo de «muy importante». En la escueta nota de prensa que el Departamento de Interior emitió el domingo para dar cuenta de la operación policial se indicaba que, desde el arresto de Lupiáñez, Aldekoa-Otalora y Salterain «se encontraban en paradero desconocido» y que la Unidad de Información de la Ertzaintza «mantuvo abierto un operativo con el fin de poder localizarlos». Detalló además que para ello estableció vigilancias en diferentes domicilios.
Y ahora, explicaciones
En contraposición con la satisfacción expresada el domingo ante los medios por la importancia de la labor de la Ertzaintza, ayer el Departamento de Interior se vio obligado a emitir dos notas de prensa para intenar esclarecer las circunstancias de su actuación. En la primera, negó las informaciones aparecidas en el diario ``El Mundo'' donde se hacía referencia a una posible «entrega pactada» entre los jóvenes vizcainos y el Departamento que dirige Javier Bal- za. Interior señaló que fueron detenidos «en vía pública tras ser identificados en un operativo policial» y aseguró que la Ertzaintza, «como el resto de los cuerpos de seguridad, no da a conocer, salvo a la Autoridad Judicial competente, los por-menores de las investigaciones que llevan a poner a disposi- ción de los jueces a presuntos terroristas».
Ya en la nota emitida por la tarde, pretendió escudarse incidiendo en que los detenidos estaban desde hace diez días «entre los etarras más buscados» por las FSE. Además, añadió que ambos jóvenes tenían diligencias abiertas en la Audiencia Nacional española.
Representantes del movimiento pro amnistía comparecieron ayer por la tarde ante los medios de comunicación y denunciaron que la comarca de Durangaldea se encuentra «en estado de excepción».
Según relataron, a partir de setiembre de 2007 «la represión que sufrimos se ha incrementado como nunca» y aseguraron que «los controles de carretera, los seguimientos e identificaciones son diarios».
En este sentido, añadieron que las FSE «nos ocupan las calles, hasta el monte, identificando a la gente que va a pasear», y criticaron que «el control social que sufrimos es tremendo». «Pretenden controlar y entorpecer nuestro trabajo diario. Han creado todo un diseño represivo contra un pueblo, y todo para reducir nuestro trabajo político y la voz independentista», señalaron.
Desde el movimiento pro amnistía indicaron que lo que ocurre en los pueblos de Durangaldea «no es un caso aislado, se da en toda Euskal Herria», y recordaron las redadas llevadas a cabo en Burlata, Donostia, Gasteiz y Lea-Artibai en los últimos seis meses. Según denunciaron, se trata de «montajes policiales llevados a cabo por la Policía española para detener y encarcelar a la ciudadanía de Euskal Herria, por trabajar en favor de los derechos de este pueblo».
A su juicio, las detenciones de Oroitz Aldekoa-Otalora y Agurne Salterain, realizadas por la Ertzaintza el pasado domingo en Iurreta, también se enmarcan dentro de este tipo de operaciones, puesto que «primero los ponen como los terroristas más buscados, y acto seguido los detienen» cuando habían pedido compadecer ante la Audiencia Nacional.
Por ello, declararon que al igual como en la huelga general de febrero, el 9 de marzo «tenemos otra oportunidad para decir al Estado que ya vale. El domingo, con la abstención nos plantaremos ante la represión que no acabará con nuestro trabajo. Ni las detenciones, ni los encarcelamientos ni las torturas nos pararán». En este sentido, insistieron en que «la represión no podrá parar la voluntad inequívoca de este pueblo en pro de la amnistía» porque «somos un pueblo, y responderemos a todos los ataques como pueblo».
GARA
Tras quedar en libertad, Agurne Salterain y Oroitz Aldekoa-Otalora dejaron atrás el tribunal especial y se pusieron rumbo a Euskal Herria. Alrededor de las ocho de la tarde llegaron a Iurreta, localidad en la que fueron arrestados el domingo y donde unos 400 vecinos se dieron cita para recibirlos.
«Han llegado muy cansados y nerviosos de Madrid», explicó una vecina Iurreta a este diario. Detalló que fueron recibidos con dantzaris y bertsolaris en la plaza del pueblo, donde una vez más, al igual que los últimos días, denunciaron el operativo llevado a cabo por la Policía autonómica.