Muniategiandikoetxea reinterpreta sus obras para el espacio de KM
«Behar gorria. Primavera azul» es el título de la muestra que el artista Manu Muniategiandikoetxea (Bergara, 1966) ha ideado y realizado para la sala de exposiciones de Koldo Mitxelena respondiendo a la invitación de presentar un proyecto específico para el propio centro cultural. Se trata de una relectura de sus proyectos más recientes, algunos de ellos de carácter público, donde centra el interés en la relación entre obra y lugar.
Izaro AULESTIARTE | DONOSTIA
Tanto el proyecto desarrollado en 2004 para la feria Art Basel Miami Beach como la exposición individual en el CAB de Burgos y la colectiva de artistas del Estado español de los 2000 en el Baluarte de Iruñea, realizadas en 2007, han servido de base para la ejecución de la muestra «Behar gorria. Primavera azul», enriquecida con obras de nueva creación y proyectos públicos todavía no desarrollados.
Manu Muniategiandikoetxea valora la cita en Koldo Mitxelena (KM) como una «oportunidad imprescindible para enseñar la obra en casa». De hecho, según explicó en la presentación de su muestra, para cuando le propusieron exponer en este espacio, «por la cercanía y por las experiencias que ya he vivido en esta sala», el artista venía ya «con parte de los deberes hechos. Porque ya sabía qué quería y qué no quería hacer aquí».
«Creo que una de las virtudes de esta sala es su fragmentación, la presencia del espacio expositivo, que tiene mucho carácter. Por ello, quería que uno de los protagonistas fuera la propia sala; dejarla respirar, abrirla. Y dada su fragmentación, pensé que en cada sala debía ir un proyecto. Aunque luego ya veo cómo todo se comunica con todo y tiene vida propia, como todas las obras», apostilló el artista.
La muestra se basa en la relectura de proyectos recientes en pintura y escultura, muchos de ellos de carácter público, pero siempre en función del espacio que ahora los alberga. «Quería crear una especie de itinerario de lo que he estado haciendo en los últimos dos o tres años -dijo-. Son proyectos que no habían estado nunca aquí, que no se habían mostrado, y que tenían suficiente carácter como obra, como unidad». «Pero lo que he querido enseñar aquí no es el proyecto como proyecto, sino que se trata de convertir un fragmento de ese proyecto concreto en una pieza. Recrearla de alguna forma y que ése fuese el motor para que aparezcan las piezas», aclaró el artista, si bien agregó que «ésa es la intención, pero otra cosa es que luego el espectador tenga menos prejuicios para ver las exposiciones».
A este respecto, el artista consideró que «hay que venir a verlas como los niños, que lo absorben todo, se emocionan o no, pero se fijan en lo que es. Por el contrario, las personas mayores sienten que el arte les insulta cuando no lo comprenden. No hay que pretender que el arte te salve la vida. Sólo es una experiencia».
Ocho trabajos en ocho salas
En total, las readaptaciones o reinterpretaciones de proyectos que Muniategiandikoetxea muestra en Donostia hasta mayo son ocho, cantidad que coincide con el número de salas del espacio expositivo. Se trata, mejor dicho, de siete proyectos y un gran óleo titulado «Ozuren basoa» (2008), de 310x366, que da la bienvenida al espacio central y que se ha tomado además como imagen de la exposición.
El resto de las obras son «Baga biga higa» (2008), readaptación de la exposición del CAB en 2007; «Orain berriz Gulliver» (2008), readaptación de la instalación en la feria Art Basel Miami Beach en 2004; «Recreaciones» (2008), reinterpretaciones de piezas de Alexander Rodchenko; «Instrucciones para náufragos» (2007), presentación de los 89 dibujos eróticos serigrafiados que conforman el libro del mismo título; «Casa roja» (2008), readaptación de las piezas expuestas en la muestra «Planes futuros. Arte español de los 2000» en el Baluarte de Iruñea en 2007; «Bostgarren zubia», proyecto de intervención artística para la construcción del quinto puente en Donostia; y «Puente de hierro», propuesta de intervención artística en el citado puente de Donostia.
Por ejemplo, y en referencia a esta última creación, lo que el artista presenta en KM es una propuesta «para la conservación y reactivación del sexto puente sobre el río Urumea, conocido como `puente de hierro', que en próximos meses será sustituido por otra estructura. La idea consiste en sacarlo del río y vararlo junto a él. Previamente se llevaría a cabo su restauración completa y luego sería objeto de una intervención artística que conduciría a su reinvención como obra de arte y evocaría su vieja condición de paso entre las dos orillas del río».
Con motivo de esta exposición, se editará un catálogo con reproducciones gráficas de las obras expuestas y textos de Peio Aguirre, Harkaitz Cano y Javier Díaz Guardiola en euskara, castellano e inglés.
«El título de la exposición no viene de las obras que represento, sino de la situación en la que yo me encuentro. Una sensación interna, que tiene que ver también con mi lugar en el arte. La primera parte juega con los conceptos `gorria' y `behar', una necesidad apremiante de muchas cosas».
«La segunda parte, que normalmente pongo en castellano, es justo lo contrario, el lado positivo, ese espacio que ves que viene y se abre. Hay un juego casi formal en el título: los dos colores, palabras puestas al azar... y una contradicción entre los dos términos, que creo que existe también en mi forma de trabajar».